Astérix: la Gran Colección

La editorial Bruño/Salvat reedita la Gran Colección de Astérix, un compendio con las aventuras completas de este invencible galo, siempre acompañado de su inseparable Obélix. Un clásico del cómic contemporáneo que vuelve a la palestra con idénticas ilustraciones, pero en una edición más completa, recoloreada y acompañada por un ameno juego de cartas.

“Toda la Galia está ocupada por los romanos… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste todavía y siempre al invasor”. Con estas palabras rituales comenzaban los maravillosos relatos de Goscinny y Uderzo, aventuras sin fin de un pueblo casi extinto, pero que lucha con honor (y un tanto de ayuda mágica) contra el todopoderoso Imperio Romano.

Vuelta a la infancia

Desde que la primera serie de historietas cómicas fueran publicadas en 1959 en la ya mítica revista Pilote, mucho ha llovido. Ahora, los incansables galos han vuelto recoloreados y mejor traducidos para alumbrar a las nuevas generaciones.

La eterna historia del escueto e híper activo Astérix, acompañado del orondo y volumétrico Obélix, ambos  destacados guerreros de una pequeña y vetusta aldea situada en algún lugar de la Galia. El Imperio Romano se encuentra en su periodo de mayor expansión, y sus legiones más avanzadas ya dominan Hispania, Helvecia, y toda la Galia. Bueno, toda no. Pues esta tribu particular, esta suma de familias, se ha resistido durante lustros.

Su secreto no es otro que una mágica poción creada por el druida de la tribu, el ancestral Panorámix, que conoce la combinación perfecta de hierbas y especias para crear un brebaje invencible. Cada vez que los romanos se acercan a la aldea en su afán de conquista, el druida prepara una inmensa perola de la que todos en la aldea toman su porción. Todos menos Obélix, puesto que de pequeño se cayó en la marmita, y su fuerza hercúlea le es inherente.

Variados y locos personajes

Las inolvidables aventuras de Astérix y Obélix trascienden de los dos protagonistas y, aunque son el hilo conductor de la inmensa mayoría, sus viajes y vivencias nos introducen una amplia gama de amigos y antagonistas que enriquecen las tramas.

Dentro de su poblado nos encontramos con el ya nombrado druida Panorámix. Pero junto a él se encuentra el insoportable bardo Asurancetúrix. Un horrible compositor y aún peor cantante, que siempre es eludido por el resto de aldeanos. Se trata de un aliciente cómico fundamental, muy bien completado por el líder de la tribu, Abraracúrcix. Siempre montado en un gran escudo que llevan dos de sus adláteres, intenta mostrarse como un jefe fuerte, pero en el fondo es un calzonazos incorregible que no lleva el mando ni en su cabaña.

Geniales son las referencias a sus grandes enemigos los romanos. La sempiterna figura de un César megalómano y obsesionado por derrotar a esos insignificantes aldeanos que le dejan en perpetuo ridículo. Por si fuera poco, debe cuidarse las espaldas de su ahijado Brutus, que suele aparecer jugando de manera muy sarcástica con un cuchillo.

Junto a ellos, un sinfín de caricaturescos personajes que se van encontrando en sus innumerables viajes, y que son un compendio de los tópicos (pero muchos de ellos reales) de cada una de las nacionalidades con las que discuten, pero también comparten y aprenden.

Localizaciones geográficas

Aunque la base de estos cómic es entretener al lector con las disparatadas aventuras de Astérix y Obélix, es innegable el valor educativo de sus numerosos viajes. Las primeras obras de la saga (entre ellas “Astérix el Galo” o “El combate de los Jefes”) se desarrollan en la propia Galia. Pero según avanza la serie, y los personajes se van haciendo más relevantes y conocidos, comienza una sucesión de fantásticos viajes en los que los jóvenes lectores conocerán la geopolítica del pasado.

Lugares como Helvecia, Egipto, Córcega, Bretaña, Hispania o Bélgica se reflejan en las numerosas obras. Allí conocerán a personalidades relevantes de la cultura y la política local, junto a frecuentes guiños al presente (no olvidemos que los autores han utilizado y deformado con gracia a personajes coetáneos como Chirac, Sean Connery o el mismísimo Mickey Mouse).

Estos viajes dotan a la obra de una mayor riqueza visual, y convierten a sus protagonistas en incansables viajantes. A través del sarcasmo y el absurdo van recolectando experiencias globales, con esa moraleja de que no importa de dónde vengas, sino lo que hagas.

Dos creadores, una idea

René Goscinny (guionista ya fallecido) y Albert Uderzo (dibujante) son los inseparables padres de la criatura. Ambos fueron grandes creadores que pasaron su infancia entre Francia y Bélgica, pero que debido a sus inquietudes y trabajo se recorrieron  la mitad del mundo (nuevo guiño a sus personajes).

Magníficos artistas que se complementaban a la perfección y sabían juntar situaciones excéntricas y surrealistas con otras tiernas y cercanas. Aunque ambos tuvieran dilatadas carreras artísticas en solitario, fue a partir de 1952 cuando comienzan a trabajar juntos acrecentando sus éxitos.

En 1959 se convierten en editor y director artístico de la revista Pilote, dedicada (según sus propias palabras): “a niños mayores”. Ya en sus primeras ediciones aparecía la figura de Astérix, al comienzo en viñetas sueltas, pero debido a su gran repercusión rápidamente exigió que se le dedicaran comics propios, que fueron la principal creación del resto de sus vidas.

Edición nueva con sabor añejo

La nueva edición de Bruño/Salvat se plasma en un formato algo más grande del habitual (26,5 x 34,5 cm.) abandonando la rotulación mecánica de sus precedentes y contando con la enorme traducción de Víctor Mora, el cual uniforma los nombres de los personajes y lugares eliminando las numerosas erratas pretéritas. Cada obra cuenta con 56 páginas a color más guardias y cubiertas, encuadernados en cartoné.

El nuevo recoloreado le otorga un mayor realce eliminando los anteriores errores. Además, en las páginas finales se incluyen una serie de detalles que harán las delicias de los fans de Astérix: planchas originales en color o blanco y negro, ediciones de otros países, curiosidades…

En cada tomo se incluye un mazo de cartas llamado El Juego de las familias, un ameno entretenimiento para cambiar y juntar a los personajes más relevantes de la saga.

Hasta el momento se han reeditado ocho  tomos de la serie, aunque es de esperar que se vaya completando hasta los 24 totales que componen sus andanzas. En definitiva,  el mismo espíritu de siempre, pero con una calidad muy superior. Desde El Mar de Tinta recomendamos esta perenne vuelta a la infancia literaria.

Una respuesta a «Astérix: la Gran Colección»

  1. ¡Ah! Que gusto saber que estas grandes obras siguen vigentes, creo que me faltaron uno o dos para completar mi colección, siempre será un gusto leer las aventuras de Asterix y Obelix. Cierto que las ediciones viejas contenían algunos errores, sobre todo que no eran homogéneas en su traducción y algunos nombres de personajes eran cambiados, por no decir que la calidad del papel era muy baja, espero que ahora la nueva edición sea mejor.

    ¡Saludos!
    Gabriel Aragón.

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