El Atlético Invisible

Terry Pratchett ha escrito alrededor de cincuenta libros, de los cuales ha vendido más de setenta millones de ejemplares en treinta y siete idiomas por todo el mundo. Unas cifras casi tan impresionantes como el talento de un autor que, en un universo fantástico tan peculiar como irrepetible, ha arremetido con sano humor contra los más variopintos aspectos de nuestra sociedad. Ahora, en «El Atlético Invisible» (trigésimo séptima entrega de la celebrada serie del Mundodisco), el escritor británico ha afilado de nuevo su pluma para ofrecernos su particular visión del siempre polémico mundillo del fútbol.

Los magos de la Universidad Invisible ven peligrar su regalado y cómodo estilo de vida. Acaban de tener conocimiento de que el generoso legado gracias al cual disfrutan de la buena (y muy abundante) mesa varias veces al día podría serles retirado. Para evitar la catástrofe y proteger la integridad (y variedad) de sus tablas de queso, los hechiceros se verán obligados a cumplir con una cláusula olvidada durante años y, por mucho que les pese, deberán jugar un partido de fútbol.

Peculiaridades de un deporte «de riesgo»

Uno de los problemas a los cuales se tendrán que enfrentar el Archicanciller Ridcully, los profesores Stibbons y Rincewind, el bueno del Bibliotecario y demás componentes del flamante equipo bautizado como el Atlético Invisible, es la particular naturaleza de lo que se entiende, en las tortuosas calles de Ankh-Morpork, por «fútbol». Básicamente, dos equipos se dedican a machacarse mutuamente hasta que ningún miembro de la escuadra rival queda en pie (o hasta que están todos tan hechos polvo que el partido no puede continuar). Y no hay que olvidar que, de vez en cuando se marca un gol. Muy de vez en cuando. Pero eso, claro, es lo de menos.

La cuestión es que, obviamente, el deporte se ha ido desvirtuando con el paso de los años, degenerando en una serie de batallas campales cada vez más molestas para la ciudad. Y eso es algo que Lord Vetinari, el Patricio (léase «dictador») de la gran urbe, no puede consentir. Por ello, en connivencia con los magos, retomará las reglas de antaño, cuando el balompié era una actividad mucho menos violenta. Además, la sustitución de la actual pelota de madera recubierta de materiales diversos por un balón de cuero y caucho mucho más ligero, contribuirá a que los pies de los jugadores sufran menos lesiones.

Mucho más que fútbol, por supuesto

Evidentemente, el tema futbolístico es una excusa que le permite a Pratchett presentarnos a unos cuantos personajes que se unen al ya nutrido elenco de habitantes del Mundodisco. Tenemos a la hacendosa Glenda, encargada del turno de noche en la cocina de la Universidad Invisible. Un mago puede tener hambre a cualquier hora, y siempre tiene que haber alguien dispuesto a proporcionarle una buena empanada. También su amiga Juliet, tan bella como corta de luces.

Luego está Trevor Probable, hijo de una leyenda del fútbol que acabó sus días de manera violenta, hasta el punto de arrancar del entonces muchacho la promesa a su madre de que jamás tomaría parte en un partido de dicho deporte. Y por último, está el señor Huebo. Un misterioso personaje de oscuro pasado encargado de desempeñar humildes tareas en la Universidad, que esconde mucho más de lo que se ve a simple vista. Se describe en varias ocasiones como un informe montón de ropa vieja,  pero habrá sorprendentes descubrimientos sobre su peculiar naturaleza.

Si a todo esto añadimos un toquecillo de «Romeo y Julieta», unos apuntes sobre el mundo de la moda y la prensa rosa, y una profunda reflexión sobre la capacidad para cambiar de las personas (y demás criaturas inteligentes; bueno, más o menos), obtenemos una nueva obra maestra. Lo habitual cuando se trata de un libro de Pratchett, vaya.

Más allá del deporte

En «El Atlético Invisible», Terry Pratchett realiza un análisis del conocido como «deporte rey» que, bajo una fina capa de ácida ironía, esconde verdades como puños que golpean con contundencia al lector. Y es que, como el mismo autor expone en un momento del libro, «lo que pasa con el fútbol, lo verdaderamente importante del fútbol, es que no se trata simplemente de fútbol».

El balompié mueve, bien es sabido, cantidades astronómicas de dinero. Es, por lo tanto, una actividad que cada día tiene más de negocio y menos de deporte. Pero lo más sorprendente del fútbol es el efecto que produce en sus seguidores. Ser hincha de un determinado equipo es, para algunas personas (demasiadas, probablemente)  lo más importante en sus vidas. El fanatismo asociado al juego genera odio hacia quienes lucen los colores del eterno rival, y las emociones que se pueden experimentar como espectador en un campo de juego (tanto euforia como ira) resultan abrumadoras y, en cierto modo, aterradoras para quien las observa desde fuera.

Todo ello está presente, pasado por el tamiz de la comicidad, en «El Atlético Invisible». Y, como en toda buena sátira, la sonrisa perfilada en nuestros labios enmascara en ocasiones el reconocimiento de que aquello que estamos leyendo no es, en absoluto, tan exagerado como pudiera parecer.

Una serie legendaria

La saga del Mundodisco se inició en 1983 con «El color de la magia», una deliciosa novela de un escritor que prometía mucho pero todavía no había madurado del todo. A lo largo de los años, libro tras libro, Terry Pratchett se fue convirtiendo en un autor imprescindible. La aparición de un nueva obra englobada en la longeva serie es siempre celebrada con entusiasmo por una legión de lectores que han crecido disfrutando de las  aventuras de Rincewind, Yaya Ceravieja, Sam Vimes, la Muerte (sí, en efecto: esa misma) y tantos otros personajes inolvidables.

Además de lograr que nos desternilláramos de risa, Pratchett nos ha hecho reflexionar en numerosas ocasiones sobre la compleja y contradictoria naturaleza humana. En sus novelas ha tratado cuestiones tan peliagudas como racismo, xenofobia, guerra, esclavitud o machismo, demostrando el valor de la literatura (por ligera que pueda parecer en apariencia) como una herramienta mucho más útil de lo que muchos están dispuestos a admitir.

Sir Terry Pratchett

En 2009, el prolífico autor inglés fue nombrado caballero de la excelentísima Orden del Imperio Británico por sus servicios a la literatura. Un reconocimiento a una carrera plagada de éxitos, envidiada por muchos y admirada por crítica y público. Por desgracia, un par de años antes Pratchett reveló que se le había diagnosticado una variante temprana de la enfermedad de Alzheimer, una noticia que cogió a todos por sorpresa y que parecía indicar que su carrera literaria podía tener un final prematuro.

Sin embargo, en el último lustro ha publicado varias novelas, tanto ambientadas en el Mundodisco como ajenas a su universo, y todo parece indicar que el escritor tiene todavía cuerda para rato. Sea como fuere, Plaza & Janés sigue publicando (con una regularidad muy de agradecer) las obras de Terry Pratchett, tanto en rústica como en bolsillo, y pronto alcanzará el ritmo de edición inglés.

Por consiguiente, en poco tiempo tendremos completa en nuestras estanterías una de las mejores sagas de fantasía humorística jamás escritas. Ojalá, una vez no queden libros inéditos por publicar en castellano, la editorial se anime a ofrecernos alguna de las numerosas obras que tratan sobre el Mundodisco, escritas tanto por Pratchett como por otros autores. Hay material muy interesante que todavía no ha visto la luz en nuestro  idioma, y en El Mar de Tinta estamos convencidos de que sería muy bien recibido por el gran número de seguidores con el que Terry Pratchett cuenta en España.

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