El don

Planeta ofrece a los lectores una experiencia única. “El don” es una novela original premiada en 2002 como Novela del Año por la Asociación china de ficción. Todo un superventas que ha arrasado en diferentes formatos y que llega a nuestras librerías para hacer las delicias del público español.

Mai Jia se ha convertido en un fenómeno literario desde que en 2002 publicase su novela “El don”, una ficción de espionaje donde la criptografía juega un papel fundamental. Rong Jinzhen, a quien la vida no le ha sonreído precisamente, se convierte de la noche a la mañana en un espía al servicio de su país gracias a su mente privilegiada. Las matemáticas nunca fueron tan peligrosas.

Marcado desde la cuna

Abandonado por sus padres y repudiado por su familia debido a su origen bastardo, Rong Jinzhen es adoptado por un americano amigo lejano de su abuela, una matemática de gran renombre. Su infancia no es fácil, pero poco a poco descubre que cuenta con un don único: es capaz de resolver problemas matemáticos de gran complejidad usando únicamente su intuición.

Esta característica facilita su ingreso en la universidad a una edad temprana. Allí su carácter solitario no le otorga el beneplácito de sus compañeros, pero sí capta el interés de un anciano profesor experto en criptografía. El don de este aventajado alumno es excepcional y le propone solicitar la continuación de sus estudios en el extranjero.

No obstante el Gobierno tiene otros planes para tan brillante joven. Un buen día Rong Jinzhen desaparece del campus sin dejar rastro. La única pista de su paradero es la presencia de un enigmático personaje con cojera que mantuvo una conversación breve con él. Y este personaje no es otro que el director del servicio de espionaje del presidente Mao. ¿Qué futuro le espera a Rong Jinzhen?.

Espionaje en tiempos de Mao

No hay nada más intenso que una historia de espías. Y esto es lo que ofrece “El don”. Una buena trama originalmente desarrollada ya que su voz no es la del protagonista sino la de diferentes personajes que se relacionan con él a lo largo de su vida. Esto hace que el lector obtenga una idea completa de las idas y venidas de Rong Jinzhen, pero no de su interior. Se conoce sólo a medias y desde el punto de vista de otros. Sus motivaciones y sentimientos pueden variar según la imaginación del lector. Esta herramienta literaria aporta un carácter especial a la novela.

El hermetismo es otra pieza clave. No sólo porque el ideario occidental contemple China como en un país cerrado en sus tradiciones. Hoy por hoy no hay nada más erróneo que este cliché. Pero sí lo era en la época de Mao. La gente se regía por un férreo control estatal que no dejaba nada a la libre voluntad del individuo. Y en este marco se desarrolla la vida de Rong Jinzhen, un hombre genial encasillado en un mundo lleno de secretos y apariencias.

Se entra así en la tercera clave de la novela: la criptografía. Una ciencia al servicio de los gobiernos durante las dos Guerras Mundiales, pero que tuvo su apogeo en la Guerra Fría. De este tema se han hecho eco otros grandes escritores, pero ninguno ha sabido darle el giro fresco y diferente que le da Mai Jia. El protagonista no cuenta la historia, él es la historia. Es necesario desvelar la profundidad del personaje a través de sus páginas, descifrando su mundo como se descifra un criptograma. Afortunadamente se nos dan las claves necesarias para llegar a buen fin, disfrutando del camino.

Premiado con razón

El sello Destino trae a los lectores españoles esta joya del Próximo Oriente. En 2002 consiguió no sólo ser la Novela del Año en China, sino también ser galardonada con  el Premio Nacional, el Premio Mao Dun, el Premio Sichuan y el Premio Chengdu City Goleen. Todos ellos gozan de gran prestigio en China. En nuestro país ya ha conseguido hacerse un hueco entre los más vendidos.

Es una obra diferente, envolvente. Con la elegancia necesaria para recordar a los grandes clásicos del género como Grahan Greene y ofrecer al lector actual la frescura necesaria para no caer en el olvido. “El don” es el resultado de once años de reflexión, correcciones y quebraderos de cabeza para su autor, Mai Jia, un ingeniero en radiocomunicaciones convertido en escritor. Una mente inquieta que vuelca sus conocimientos y sensibilidades en una obra excepcional.

Dicho todo esto sólo queda recomendar “El don” a todos los lectores, no sólo a aquellos que disfrutan sumergidos en el mar del espionaje y el vaivén del género negro. También para quienes estén interesados en conocer un poco más de cerca el mundo oriental, sus maneras de vivir y pensar en un entorno histórico como es la China maoísta. Una historia para gozar, evadirse y conocernos un poco más.

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