Los bosques imantados

¿Cómo se enfrentaría un periodista culto y escéptico al mayor evento  sobrenatural de su época? Ambientada en plena efervescencia del espiritismo, “Los bosques imantados” de Juan Vico llega a las librerías españolas de mano de la editorial Seix Barral.  Una obra que invita a reflexionar sobre la necesidad de poner a prueba  nuestro propio sistema de creencias.

Francia, 1870. Riadas de personas llegan a la tranquila población de Saint-Boffon y se reúnen frente al bosque de Samiel para ser testigos de los extraños fenómenos paranormales que allí se esperan. Un  eclipse lunar desatará el poder magnético del bosque imantado. Curiosos, médiums, devotos, magos… y por supuesto, una horda de periodistas llegarán al lugar para cubrir el evento. Pero uno de ellos, Victor Blum, tiene además la misión personal de descubrir la superchería y el fraude que se esconde detrás de la Noche de Samiel

Amantes de lo sobrenatural

 “La historia es cíclica” afirma el señor Blum al comienzo del libro. “Lo que hoy se nos antojan fantasías obsoletas puede convertirse mañana en la última moda. Todo depende de cómo se ofrezca el producto, aderezado al gusto de la época”. Esto es exactamente lo que ocurrió en Francia a finales del siglo XIX: la antigua y desacreditada doctrina del mesmerismo (que incluye teorías como la hipnosis o el magnetismo) volvió a irrumpir con fuerza, rodeada de una nueva y flamante aura pseudo-científica, para convertirse en un verdadero fenómeno de masas.

Juan Vico realiza en esta pequeña novela un análisis sobre la atracción humana por lo sobrenatural.  Y quien mejor para llevarnos a través de este análisis que el  escéptico y mesurado Victor Blum, periodista de «Le Siecle», amigo del gran Robert-Houdin y gran desenmascarador de farsas y engaños. Sin embargo el ambiente electrizante del bosque, la perturbadora historia de sus anfitriones, el  misterioso asesinato de un periodista y la profanación de una iglesia intentarán torcer el rumbo de Blum, que se resistirá con uñas y dientes a cualquier concesión a lo sobrenatural.

Literato y periodista

Juan Vico es un autor con muchas tablas en el campo del periodismo, y esta formación asoma sin complejos en el estilo de “Los bosques imantados”. La prosa de Vico es clara, concisa, altamente informativa y muy aséptica, poco dada a las concesiones literarias.  

El  hecho de que su protagonista sea también compañero de profesión le da a Vico la oportunidad de revelar viejos trucos periodísticos y de exponer ante el lector un interesante ejercicio comparativo entre líneas editoriales: cinco son los periódicos reunidos ante el bosque de Samiel,  “L’Univers”, “Le Fígaro”, “Le Temps”, “Le Rappel”, “Le Petit Journel”, “Le Constitutionnel”, “La Presse y “Le Siecle»,  y cada uno de ellos realiza un enfoque totalmente distinto de la noticia.

Finalmente, Vico y Blume aprovechan la oportunidad que brinda la novela para realizar una fina crítica a la manipulación de los medios  de comunicación, muchas veces al servicio de ideales menos elevados de los que estipula la profesión: intereses económicos, intereses políticos y  amarillismo. Las tres grandes lacras del periodismo de ayer y de hoy.

Elogio a la cultura

Tanto si se es de ciencias como de letras, este libro es un sutil homenaje al mundo de la cultura. Juan Vico hace alarde, a través de su protagonista, de un vasto  acervo cultural que plaga el libro de guiños a las más relevantes figuras científicas y literarias. Esta sutil ostentación de conocimiento se delata en sus referencias a Shakespeare, Voltaire y Verne, en sus acertadas observaciones sobre simbología y cultura grecolatina, y en la habilidad para describir con simplicidad complejos procesos científicos.

[quote]Durante la rueda de prensa, Víctor decidió sacar partido de sus lecturas sobre magnetismo. Recordó el aparato inventado por Mesmer un siglo atrás, el baquet, un depósito lleno de agua magnetizada y provisto de unas varillas metálicas que se ponían en contacto con el cuerpo del paciente. Con espíritu claramente provocador preguntó si el bosque, en el momento de su hipotética imantación lunar a través del eclipse, se convertiría en un inmenso baquet…[/quote]

En conclusión

Podríamos decir que  “Los bosques imantados” tiene muchas cartas a su favor para convertirse en una novela de éxito: es ligera, culta, y posee un argumento tan interesante como original.

Sin embargo, la decisión de Vico de cerrar la obra con un lánguido anticlímax hace que la historia acabe diluyéndose y perdiendo fuelle, dejando al lector con una imagen borrosa y poco definida de los acontecimientos. Ésto supone una opción literaria totalmente legítima que da buenos resultados en la mayoría de los casos pero, en nuestra opinión,  “Los bosques imantados” se habría beneficiado de un final más rotundo.  

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