El ermitaño

Avalada por su aclamado éxito en Dinamarca, llega a España la última novedad literaria venida del norte. “El ermitaño”, primera novela de Thomas Rydahl, ha conseguido el premio a la Mejor Primera Novela y el Premio Harald Mogensen a la Mejor Novela Negra del Año 2015.

Destino ha acogido la presentación de este bestseller. La isla de Fuerteventura se convierte en el escenario de un crimen despreciable: un bebé de escasos meses es encontrado muerto en el interior de un coche abandonado en la playa. La policía quiere dar carpetazo al caso. Pero Erhard, un solitario taxista, decide investigar el crimen por su cuenta. Magistral debut que demuestra la excelente salud de un género que nunca pasa de moda.

Justicia para todos

Fuerteventura. Fiesta de Nochevieja. El jolgorio y la borrachera dan paso a un amanecer resacoso. Al menos así es para Erhard, un danés afincado en la isla desde hace varios años. Trabaja como taxista, vive en una casucha alejado de la mano de Dios y le falta un dedo en la mano izquierda. Su trabajo le permite mantener un contacto intermitente con el género humano, pero no es una persona a la que le guste rodearse de amigos. Por eso todo el mundo le conoce como “el ermitaño”.

Un hecho terminará rompiendo la barrera que nuestro protagonista ha creado con el mundo. En la playa se encuentra una mañana un coche abandonado. En principio no tiene nada de particular, pero en su interior se descubre el cuerpo sin vida de un bebé,  metido en una caja junto con papeles de un periódico danés. Esto hace que la policía busque su colaboración. Pero pronto el caso queda en suspenso y amenaza con no resolverse. Ver una vida tan joven sesgada de forma tan brutal remueve de forma insólita el corazón de Erhard. Se promete a sí mismo encontrar a la madre del niño y esclarecer el misterio.

Pero pasar de taxista a detective aficionado tiene sus peligros. En una pequeña isla, donde todo el mundo se conoce, sus idas y venidas pronto despiertan el interés de un grupo mafioso apodado “los tres papas”. Erhard, que no tiene nada que perder ni un pasado al que volver, no dará marcha atrás. Se ha propuesto buscar justicia para el pequeño y nada ni nadie le obligarán a ceder.

Una historia diferente

La editorial Destino parece últimamente muy interesada en dar cabida entre sus publicaciones a nuevos talentos internacionales. Desde El Mar de Tinta aplaudimos la iniciativa, pues está dando pie a conocer a magníficos escritores, como ha resultado ser el danés Thomas Rydahl.  Fiel seguidor de las novelas negras clásicas de los años cincuenta, en “El ermitaño” se vislumbra lo mejor  de este género. Un ritmo trepidante, que engancha al lector desde el principio, una historia diferente y un protagonista carismático. Se añade el paisaje exótico de las Islas Canarias. Fuerteventura se ve como sólo un extranjero puede contemplarla, hermosa y amenazadora a la vez. Un destino turístico que encierra en su interior cierta decadencia y alcohol a raudales.

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“-¿Dónde…? ¿De dónde lo has sacado?

-Encuentro cosas que se pierden.

-¿Quién eres? No entiendo por qué lo haces…

-Soy un viejo que se entretiene con estas cosillas.”

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Erhard, el solitario y malcarado protagonista, es un hombre a vueltas de todo. Llega a Fuerteventura como un pordiosero, sin patria ni dinero. Y acaba trabajando como taxista. Se codea con las personas más variopintas del lugar. Ricos hombres de negocios, turistas ocasionales, prostitutas. Todos ellos parecen responder a un estereotipo ya muy visto en la literatura, pero la forma de describirlos por parte de Rydahl les aporta una humanidad y candor diferentes. Cuenta con un estilo directo, no exento de belleza, lleno de guiños a España y en concreto, a las Islas (sin caer en los tópicos).

La historia se centra tanto en la investigación “policial” del protagonista  como en su evolución personal. Hay un antes y un después en Erhard a partir de conocer la muerte del niño. La evolución del personaje hace que los otros también presenten características propias. El lector se enfrenta a una novela en la que el crecimiento personal, la aceptación de responsabilidades y la talla moral juegan un papel muy importante. Thomas Rydahl ha conseguido un efecto extraordinario, aunando la historia detectivesca y la transformación vital de un hombre. Es, sin lugar a dudas, uno de los puntos fuertes de “El ermitaño”.

Investigadores amateur

Si existe un personaje carismático que siempre recibe una gran acogida entre el público ese es el investigador amateur. Desde la gran Agatha Christie y su maravillosa Miss Marple, pasando por el Padre Brown de Chesterton, la literatura policíaca no sería lo mismo sin estos fisgones. A los ya consagrados se suma ahora el taxista Erhard. Todos ellos cuentan con una serie de características comunes: son gente de edad avanzada, solitaria hasta cierto punto y curiosos por naturaleza. Y ninguno busca  reconocimiento. Investigan por amor a la justicia.

Estos investigadores conectan enseguida con el público, que participa de su honestidad y afán justiciero. Sin embargo, son personas que se ven inmersas en un mundo conflictivo y violento. Entre estos sabuesos se encuentran también algunos que no cuentan con el beneplácito social, o que encajarían más bien con la etiqueta de “paria” (entiéndase como “persona sin pasado, familia ni futuro prometedor”). Erhard encaja a la perfección en esta categoría. También lo hacen, aunque no lo parezca a priori, el gentleman Lord Peter Wimsey, nacido de la pluma de Dorothy L. Sayers o la cuarentona Agatha Raisin de M. C. Beaton. Se convierten en detectives sin buscarlo y tienen que solucionar los conflictos con astucia. Thomas Rydahl da un paso adelante ofreciendo un investigador que tiene, además, un pasado oculto y muchas cosas que explicar.

“El ermitaño” es una novela más oscura que las protagonizadas por los arriba citados. Tal vez porque se mueve en un entorno más hostil o porque responde a un nuevo modelo, original y único. La violencia es más cruda y el desenlace, inesperado. Cuenta con todos los requisitos fundamentales para captar al lector y llevarle más allá. Un espléndido trabajo, una magnífica novela. 

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