Quien siembra vientos recoge tempestades

Vuelven los inspectores alemanes Pia Kirchhoff y Oliver Von Bodenstein, con un nuevo caso que gira en torno a las energías renovables. La editorial Maeva, que en su día ya relanzó en castellano la serie Taunus escrita por Nele Neuhaus, edita este nuevo volumen.

Nele Neuhaus se mantiene en su estilo. En “Quien siembra vientos recoge tempestades”, Pia y Oliver deberán enfrentarse a sus propios miedos e inseguridades para resolver un crimen en el que el propio Oliver se verá mezclado de forma inesperada.

Después de la calma

Tras regresar de unas más que merecidas vacaciones, la inspectora Pia Kirchhoff se encuentra con una desagradable sorpresa. Con un pie todavía en el aeropuerto su jefe, Oliver Von Bodenstein, reclama su presencia en las instalaciones de la empresa WindPro. En el carísimo complejo dedicado a la energía eólica han hallado el cuerpo sin vida del guarda de seguridad. Todo parece indicar que se trata de un triste accidente, pero el extraño comportamiento del presidente, Stefan Theissen, y de su secretario, presagian algo muy diferente.

Siguiendo su instinto, Pia descubre que el malestar de Theissen se debe a la inminente compra de unos terrenos cercanos a una granja familiar para la construcción de un parque eólico. El propietario, un anciano testarudo y solitario, se niega a vender y es apoyado por una plataforma ciudadana liderada por un auténtico fanático. Pocos días más tarde, aparece brutalmente asesinado en su casa. La compra parece un hecho. Sin embargo, el testamento del difunto depara una sorpresa: los terrenos son legados al conde Von Bodenstein, padre de Oliver, quien pretende mantener la decisión de su amigo.

Con dos asesinatos por resolver, una empresa que esconde muchos trapos sucios y su progenitor envuelto en todo ello, Oliver se ve desbordado y es Pia quien toma las riendas del caso. Su intuición le dice que ambos crímenes están relacionados pero, ¿cómo? Y, sobretodo, ¿por qué WindPro quiere comparar unos terrenos en los que no sopla el viento nunca? ¿Qué se esconde debajo de esa perfecta fachada?

Vientos de cambio

Maeva, que en su día ya apostó por Nele Neuhaus con “Blancanieves debe morir” (2012), vuelve con “Quien siembra vientos recoge tempestades”. Un título más para esta escritora que es capaz de moverse cómodamente tanto en el thriller como en la novela juvenil. En este caso, muestra la vanidad y ansia de enriquecimiento que se esconden tras las energías llamadas «puras». La construcción de un parque eólico sirve de marco para describir la belleza natural de la cordillera del Taunus (lugar en el que, dicho sea de paso, vive actualmente Neuhaus). Su amor por la naturaleza y los animales se respira en cada página con el fluir de una historia que, poco a poco, se transforma en una tormenta colosal.

[quote]“Nuestro inteligente amigo Stefan Theissen fue uno de los primeros que se subió al tren de las energías renovables-dijo-. El gran chiste de todo esto es que su empresa y sus proyectos están financiados por los mismos que perforan en todo el mundo en busca de petróleo y carbón.  Pero eso no lo ve nadie. Igual que la gente tampoco se fija en que, con la aceptación mundial del gran timo del clima, quienes se enriquecen en primer lugar son los investigadores climáticos, los medios, la industria y la política”[/quote]

Los personajes principales, Oliver y Pia, avanzan cada uno en un sentido. Mientras que la inspectora Kirchhoff vive un momento sentimental y laboral pleno, Von Bodenstein sufre a causa de un matrimonio fallido. Pia se hace cargo de la investigación, tomando por primera vez las riendas y se siente cómoda. Este cambio de rol, interesante, aporta una novedad en la trama y en la serie. Y es la única. La historia carece de mayores atractivos, es plana y de sobra conocida.

Por otro lado, la plasmación de las triquiñuelas legales que rodean a la empresa WindPro convierten a “Quien siembra vientos recoge tempestades” en una aventura legalista de poco calado. Los sobornos, afán de enriquecimiento, mentiras… son ingredientes que se encuentran en todas las novelas de este género. Lo más destacable es su intento por aportar un escenario actual, así como el buen ritmo narrativo. Entretiene sin más pretensiones.

Una escritora polifacética

Nele Neuhaus es una escritora hecha a sí misma en el más estricto sentido de la expresión. Empezó autopublicándose hasta que un buen día una editorial alemana se hizo eco del gran éxito de su obra y decidió apoyarla. Hasta la fecha, cuenta con cuatro thrillers policíacos (incluido “Quien siembra vientos recoge tempestades) y una novela juvenil ambientada en el mundo hípico, “Elena. Una vida al galope” (reseñada en El Mar de Tinta en el especial para el Día del Libro 2015). 

Con un estilo en el que impera la sobriedad, ha sabido hacerse un hueco en el competitivo mundo editorial. Neuhaus ofrece historias bien construidas. Desde “Blancanieves debe morir”, su opera prima, su estilo ha ido cobrando personalidad propia. La serie Taunus, con “Amigos hasta la muerte”, “Algunas heridas nunca se curan” y “Quien siembra vientos recoge tempestades” han catapultado su fama más allá de Alemania y hoy es seguida por miles de lectores en todo el mundo. En España, gracias a Maeva, se puede disfrutar de todas sus novelas en formato asequible y una más que correcta presentación. Sin embargo, en este caso, a pesar de la calidad de su pluma, la novela no destaca. 

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