Nefertiti

Tras haber catado a Michelle Moran en su “Reina Hereje”, no hemos podido resistirnos a leer la obra que la catapultó al éxito.  En ella, la autora californiana resucita a uno de los personajes más subyugadores de la Historia: Nefertiti. El mundo egipcio recreado por Moran cautivará incluso a los grandes desconocedores del género histórico.

La mujer más hermosa de Egipto ha inspirado a un sinfín de escritores. No es para menos, pues Nefertiti sigue siendo una de las personalidades más enigmáticas e interesantes del país del Nilo. Aunque el listón está alto, Moran lo supera con facilidad, escribiendo una novela sencilla y sin pretensiones. Con un rico argumento, la autora nos ofrece en su primera obra un seguro entretenimiento.

Tras los pasos de Hatshepsut

Poco se sabe a ciencia cierta de Nefertiti. Todavía no se ha hallado su tumba y la información que los historiadores y egiptólogos han extraído de las manifestaciones artísticas encontradas es, en algunos datos, inconexa y confusa.

Conocemos que fue mujer de Amenhotep IV (más tarde conocido como Ajenatón) y que junto a él, como Gran Esposa Real, lideró un movimiento conocido como el Cisma o la Herejía de Amarna, cuya repercusión afectaría al curso de la Historia y las tradiciones del pueblo egipcio. Abolieron a todos los antiguos dioses e implantaron el culto monoteísta al dios Atón – representación del sol-, trasladando la capital de Tebas a una nueva ciudad, Amarna.

Se cree que el poder alcanzado por Nefertiti, como corregente de Ajenatón, fue grande, incluso más que el del propio faraón. No había ocurrido algo así en Egipto desde el reinado de Hatshepsut (reina-faraón de la dinastía XVIII), y algunos expertos piensan que es posible que sucediese a su esposo tras su muerte, resurgiendo como faraona bajo el nombre de Semenejkara (Smenkhare), aunque esta posibilidad no se ha confirmado todavía.

Michelle Moran parte de esta base histórica y, tomando como ciertas algunas de las hipótesis más extendidas para desarrollar su argumento, hace hincapié no sólo en su legendaria belleza sino también en el papel protagonista que tuvo Nefertiti en la política y la toma de decisiones durante el período amarnista y, posiblemente, tras el fin de la herejía.

Nefertiti, o “la sombra de mi hermana”

Pese a que Michelle Moran construye su obra alrededor de Nefertiti, es su hermana la  encargada de contar el relato en primera persona. Será el personaje de Mut-Najmet el que nos guíe a través de los sucesos narrados. Pertenecientes a una familia que siempre ha engendrado consortes para los faraones, ambas hermanas verán como su apacible vida cambia por completo el día que la reina Tiy escoge a Nefertiti como Esposa Principal para el futuro faraón Ajenatón.

Mut-Najmet, tan diferente a Nefertiti en carácter y aspecto, será testigo de los sueños de grandeza de la pareja real, cuya fuerza la arrastrará a Menfis, y de allí a Amarna, a supervisar la construcción de la nueva capital. La situación inestable política de Egipto, las rebeliones y el espíritu indomable de Nefertiti la obligan a permanecer en palacio, como doncella, consejera y balanza equilibradora de la reina. Para cumplir su destino, Mut-Najmet deberá enfrentarse a la autoridad de Ajenatón y Nefertiti,  superando las intrigas palaciegas y las decisiones de su familia, irremediablemente ligada a los tronos de Horus.

Conviene indicar a aquellos lectores que se acerquen al libro por admiración a Nefertiti, la posibilidad de que se sorprendan por el enfoque que Moran ha dado a la reina. A ojos de la escritora, la egipcia era temperamental, egoísta y malcriada, obsesionada en mantener su posición privilegiada ante Ajenatón como esposa principal. El poder la consume y, por la “gloria” de Atón, acaba deificándose para que su imagen perdure hasta la eternidad.

Sin embargo, la perspectiva de Moran no resta fascinación al personaje y ésta pequeña decepción se ve con creces compensada por el atractivo de la narradora Mut-Najmet. Cercana, sufrida y mucho más sensata que su hermana, no podremos evitar encariñarnos con ella, siendo en el fondo la protagonista indiscutible de la novela. Pese a estar siempre bajo la sombra de su hermana, Mut-Najmet (que en realidad existió, aunque para dar forma a su historia la autora se permita licencias) llegará al corazón de los lectores con más facilidad que la propia Nefertiti.

Crucen el umbral

“Nefertiti” narra así los acontecimientos que ocasionaron el Cisma de Amarna y su desaparición desde un punto de vista femenino e íntimo, introduciéndonos en el mismísimo ambiente nobiliario del Antiguo Egipto. Tal y como ya pudimos observar en su siguiente novela “La reina hereje”, el estilo fluido y sencillo de Michelle Moran ayudará a los lectores que no estén acostumbrados a la ficción histórica a interesarse por el género.

Con bastante acierto, la autora se adueña de los principales hechos históricos conocidos del período y los reconstruye sin ahondar demasiado en ellos, a diferencia de otras novelas en las que sí se ha realizado un estudio más exhaustivo. Esto convierte a  “Nefertiti” en un portal perfecto para adentrarse por vez primera en la enigmática historia de Egipto. Si se aventuran con este título, es posible que más de un lector se decida a leer otros del mismo género.

Teniendo en cuenta que “Nefertiti” es la primera novela de una autora todavía muy joven, estamos convencidos de que su lectura no resultará decepcionante ni aburrida.

Estilo oriental

La portada que Suma de Letras ha elegido para este título nos parece más acertada que la de “La reina hereje”, pues recoge en ella toda la suntuosidad de la corte de Amarna, incluyendo el perfil de Nefertiti, tal y como lo conocemos por el busto realizado por el escultor Tutmosis (con papel importante en la novela). De rasgos alargados e infinitamente hermosos, aparece con su corona real entre filigranas doradas. La cuidada edición aporta así elegancia a un título ya de por sí atrayente.

Desde El Mar de Tinta seguiremos de cerca la evolución de Michelle Moran y esperamos que el sello siga publicando en nuestro país sus próximos trabajos.