Dragón

La editorial Libros del Zorro Rojo vuelve a ofrecernos una publicación cargada de ilustraciones bellísimas y detallistas.“Dragón” es un maravilloso album ilustrado que recoge el relato corto homónimo de Ray Bradbury, todo un icono del siglo XX. Destinado en primera instancia al público infantil, en El Mar de Tinta hemos sucumbido al estilo inimitable del autor. Las ilustraciones de Svetlin Vassilev completan una edición perfecta.

Ray Bradbury fue un reconocido periodista, escritor, poeta, dramaturgo, guionista; un verdadero “hombre ilustrado” del siglo pasado. Su obra “Fahrenheith 451” se considera hoy en día un clásico de la literatura post-apocalíptica. En esta ocasión destacamos su figura como cuentista. La presente edición tiene todos los elementos para convertirse en un indispensable en las estanterias de todos los hogares.

Miedo a lo desconocido

Dos solitarios guerreros esperan con terror la llegada de un temible enemigo. Es enorme, escamoso y ruge con ferocidad. Es el gran dragón que ha asolado valles y destruido poblaciones. Los soldados huyen a su paso, la vegetación muere; sólo dos valientes son capaces de hacerle frente y esperar lo inevitable.

Cuando el dragón hace su aparición, todo es caos y desconcierto. El humo ciega, el calor, abrasa. ¿Cómo podrán luchar contra la bestia y salir victoriosos?

La oscuridad es total, el frío insoportable, pero los guerreros se enfrentan a su enemigo con la cabeza alta.

La perfección breve

Todo relato corto ha de contar con un inicio, un nudo y un desenlace en el menor espacio posible. En apenas treinta páginas, “Dragón” se transforma, pasando de ser un cuento de caballeros y dragones, a algo totalmente diferente que no desvelaremos. Es indudable el talento de Ray Bradbury (1920-2012), pero no es menor el de Svetlin Vassilev, un joven dibujante que ha sabido captar a la perfección la profundidad del autor. Sus trazos cercanos al sueño y la pesadilla, están cargados de un realismo sobrecogedor. Son dibujos con mucha fuerza expresiva, lo que llamará la atención de grandes y pequeños. Es el perfecto acompañamiento para todo un clásico inmortal.

Libros del Zorro Rojo destina la presente edición a los niños a partir de 7 años. En nuestra opinión, es acertado suponer que dada la temática (un tanto oscura) y las ilustraciones (oscuras también y algo tenebrosas) un lector más joven no lo disfrutaría igual. Insistimos: no es un cuento «al uso». Bradbury escribía relatos breves cargados de simbolismo y poesía, mezclando estilos y jugando con lo imposible. “Dragón” cuenta con elementos sorprendentes y una gran carga sensorial. Su objetivo es agradar por el mero hecho de hacerlo. Lo consigue, especialmente entre el público adulto.

Todo en el cuento es llamativo y hermoso: la prosa, las ilustraciones a toda página. Un trabajo impecable y de gran belleza, donde la palabra y la imagen se encuentran y dan como resultado un todo digno de atesorar. Se aprecia un tono heroico en las ilustraciones de Vassilev, donde los grandes trazos se combinan con detalles minimalistas. 

La historia cuenta con una doble lectura, como casi todos los escritos de Bradbury. Es más lo que se lee entre líneas que lo que hay en ellas a simple vista. Con pocas palabras trastoca el tiempo, transmite  soledad, miedo, y tristeza. No es un cuento alegre, pero si una excelente incursión en la literatura adulta. Sorprendente y diferente. Los niños podrán conocer a un escritor notable.

Conocer al mito

“Dragón” forma parte de la vasta producción literaria que dejó su autor para la posteridad. Él mismo solía decir que lo realmente importante en un escrito es aquello que nos remueve por dentro al leerlo. Le preocupaba la forma, pero mucho más el mensaje. Remover, inspirar. Este cuento aporta ambas cosas. La historia deja paso a las emociones a través de un uso medido de adjetivos y frases llenas de musicalidad. Hay cierta melancolía que se torna amable a pesar de todo. Bradbury sabía jugar con esos elementos, además de combinar el misterio con la ciencia ficción.

Cultivó todos los géneros con igual éxito, desde la ciencia ficción al realismo más puro. Un hombre que tenía en su mano la capacidad de hacer realidad todo lo que se le antojase. En “Dragón” juega con diferentess espacios temporales, algo recurrente en la ciencia ficción de principios del siglo XX. No vaticinó nada, pero sí supo ver más allá de la simple ficción. En sus novelas se respira una libertad que, a su modo de ver, no se apreciaba en la vida real (más encorsetada por las leyes y las primeras impresiones). De alguna manera puede considerarse a Bradbury un escritor “desnudo” que huía de lo convencional. Estamos seguros de que este álbum servirá para abrir la puerta a los lectores a la obra y personalidad de Ray Bradbury. Es todo un ejemplo de excelente literatura, sosegada y emotiva. El gusto por leer sencillamente algo hermoso.

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