El gran desierto
La novela negra tiene muchos representantes pero, sin duda alguna, James Ellroy es uno de los más destacados. Un escritor apasionado y minucioso cuya obra no deja indiferente a nadie. En El Mar de Tinta hemos escogido “El gran desierto”, segundo volumen del denominado “Cuarteto de Los ángeles” publicado por Random House, para abrir y disfrutar de su talento.
La ciudad de Los Ángeles en 1950 era un hervidero de intrigas políticas, persecuciones, mafia y asesinatos. El hallazgo del cadáver mutilado de un joven músico pondrá en jaque a la policía. En una ciudad donde el dinero es la ley, esclarecer un crimen puede llegar a ser peligroso.
Un mal año
La Nochevieja de 1949 se convierte para Danny Upshaw, policía de Los Ángeles, en la peor noche de su vida. Joven metódico y brillante, se ve envuelto en una investigación que poco a poco se convertirá en obsesión. El cuerpo sin vida de un músico de jazz, brutalmente vejado y mutilado, arrastra al detective a los ambientes más sórdidos de la ciudad.
Paralelamente, el fiscal Mal Cosidine, obsesionado con la caza de comunistas en el seno de Hollywood, contrata al ex policía Buzz Meeks para hacer “un trabajito” en las filas de los principales dirigentes señalados como “rojos.”Mediante el soborno y la extorsión consiguen acercarse a la cúpula del poder, pero no lo suficiente. El objetivo de Mal es introducir un topo que desenmascare a los disidentes. Y Danny parece una opción perfecta.
Un estilo desnudo
“El gran desierto” nos ha sorprendido. No sólo por el indiscutible talento de James Ellroy que nadie pone en duda, sino también por ese toque cínico e hiriente que toca la fibra del lector. La novela no es un disfrute para los sentidos: es sórdida hasta el extremo, melancólica y oscura como pocas. Sin embargo, tiene el poder de atrapar y hacer interesante la trama. La ambientación es perfecta, desprende el glamour y el brillo típicos de los años cincuenta hollywoodienses.
[quote]Cuando la lluvia amainó, poco después de las 3.00, el detective Danny Upshaw, agente de guardia, pronosticó que los cincuenta serían una década de mierda[/quote]
La trama está llena de personajes turbios, con más máscaras que un carnaval. Todos ellos son humanos muy retorcidos. Policías corruptos como corruptos son también los políticos, adictos al poder, las drogas, el sexo y la violencia con el cine como excusa. Ésta última toma unas cotas realmente aberrantes y obsesivas, dando rienda suelta a unos sentimientos tan oscuros como reales. No hay un personaje central o protagonista. El elenco coral pone de manifiesto diferentes puntos de vista sobre la trama, lo que completa la visión conjunta de la historia.
El estilo, correcto para una novela del género, desluce un tanto el resultado general. El uso de frases extremadamente largas, con un más que repetitivo empleo de los dos puntos aclaratorios, son excesivos.
A vista de pájaro
La novela que nos ocupa forma parte del llamado “Cuarteto de Los Ángeles”: cuatro novelas autoconclusivas ambientadas en esta ciudad durante los años cincuenta. Todas ellas muestran una urbe en la que, además de los oropeles y el glamour, desfilaban los seres más ruines del momento. En conjunto son un magnífico retrato social y político de la época.
Par aportar un punto de veracidad, James Ellroy hace desfilar a algunos personajes notables, como por ejemplo el millonario Howard Hughes cuya figura, dicho sea de paso, se aleja del conocido playboy del momento para retratar a un auténtico despojo humano sin moral. En “El gran desierto” no deja de ser un personaje anecdótico, pero se hace notar.
“El gran desierto” es la segunda de las cuatro novelas que comprenden el cuarteto. “La dalia negra” abrió el ciclo, presentando un hecho inspirado en un asesinato real y convirtiéndolo en todo un bestsheller con adaptación cinematográfica incluida. Lo mismo ocurrió con “L.A Confidential” (con más acierto en su plasmación fílmica y mejor resultado), la tercera de la saga. El cuarteto se cierra con “Jazz blanco”.
Todas ellas son un reflejo claro de las inquietudes e intereses del autor. Temas como la libertad de expresión (su crítica contra el macartismo es notable) o la libertad sexual, son recurrentes en sus trabajos. También lo son la doble moral, tema atemporal donde los haya. La mejor baza de James Ellroy es la de conocer las profundidades del alma humana y plasmarla por escrito con brillantez. Lo sórdido, lo obsesivo y lo marginal se avistan desde cierta distancia para acercarlas luego al lector y hacerle partícipe de todo ello. Una buena novela con la que introducirse en los oscuros recovecos del alma.
[quote]Dijo que sólo los estúpidos aman el peligro, pero tú amas el peligro y no eres estúpido. Dijo que no sabe si eres un valiente o un chiflado. ¿Algo de esto tiene sentido para ti?[/quote]
