La fortaleza

Los nazis forman parte de la memoria colectiva de la humanidad, y representan una de las personificaciones más puras del mal absoluto. El recuerdo de las atrocidades cometidas por Hitler y los suyos todavía causa asombro a las nuevas generaciones que descubren los horrores perpetrados en los campos de exterminio. No obstante, existe un Mal más puro, mucho más antiguo y poderoso. Y los soldados alemanes destinados en una remota fortaleza rumana descubrirán lo difícil que es enfrentarse a él.

Desde que ocuparon el extraño lugar, situado en el paso de Dinu, la muerte ha visitado diariamente a la guarnición a cuyo mando se encuentra el capitán Woermann. Sus hombres son asesinados con brutalidad noche tras noche, y el oficial germano se ve obligado a solicitar al alto mando del ejército el traslado urgente. Sin embargo, su desesperado mensaje no obtendrá la respuesta esperada.

Las temibles SS

El mayor Kaempffer de las SS recibe el encargo de descubrir qué está sucediendo en la fortaleza. Obsesionado con comenzar cuanto antes el exterminio de rumanos en el primer campo construido para tal cometido en el país, Kaempffer recurrirá a métodos expeditivos que chocarán con la oposición frontal de Woermann, un hombre de honor al que desagrada profundamente el rumbo que han tomado las cosas en su nación.

Cuando la brutalidad demuestre ser ineficaz y, tras otra muerte, aparezca una extraña e indescifrable inscripción en uno de los muros, el mayor se verá obligado a recurrir a la ayuda de un erudito judío, el doctor Cuza, cuya hija Magda le acompañará para cuidar de su frágil salud. La verdadera naturaleza del horror que habita la fortaleza se revelará por fin, y la clave para someterlo estará en las manos de Glenn, un personaje misterioso que oculta un increíble secreto.

Originalidad y homenajes

Evidentemente, a fin de evitar los tan indeseables spoilers, no podemos extendernos demasiado sobre los aspectos novedosos que ofrece esta magnífica novela. Sí que diremos, no obstante, que proporciona una visión sumamente interesante del origen del vampirismo. Wilson sabe jugar sus cartas con habilidad, y las revelaciones que dosifica a lo largo de la narración probablemente sorprenderán a más de un lector.

En otro orden de cosas, el mismo autor reconoce su enorme deuda con tres escritores imprescindibles: Howard Phillips Lovecraft, Robert Ervin Howard y Clark Ashton Smith. A ellos les debe en cierto modo temas y atmósferas presentes en su novela, y les rinde un pequeño homenaje al hacer que aparezcan entre las páginas de “La fortaleza” algunos de los libros prohibidos que imaginaron en sus historias, como son “Al Azif” (más conocido como el “Necronomicón”), “Unaussprechlichen Kulten” o “El libro de Eibon”.

Un pequeño clásico renovado

Publicado por primera vez en 1981, “La fortaleza” obtuvo un merecido éxito de crítica y ventas, y es la primera entrega de una serie conocida como “El ciclo del Adversario”, a la cual pertenecen otras cinco novelas y diversos relatos. Apareció en nuestro país por primera vez de la mano de Grupo Libro ’88, con el título de “El torreón”.

Ahora, gracias a Alamut podemos disfrutar de una reedición de extraordinaria calidad, con un título más adecuado y una nueva traducción de Nuria Gres. Además, el libro cuenta con una excelente cubierta firmada por Alejandro Terán, autor de una de esas ilustraciones cuyo atractivo hace que casi justifique por sí misma la adquisición del volumen.

La otras fortalezas

En 1983 Michael Mann escribió y dirigió una adaptación de la novela, estrenada entre nosotros como “El torreón”. Con un reparto de campanillas, entre los que destacan Jürgen Prochnow (Woermann), Gabriel Byrne (Kaempffer), Scott Glenn (Glenn) y el mítico Sir Ian McKellen como el doctor Cuza, cabría esperar un resultado memorable. Como complemento a la lectura del libro, en El Mar de Tinta hemos tenido la ocasión de ver la película y, por desgracia, no se trata de un filme recomendable.

Rodada con una singular torpeza, se trata de una obra que presenta una narración apresurada, cerril y confusa. Los efectos especiales son risibles, y el guionista-director se toma abundantes y poco acertadas libertades con la historia, llegando hasta el punto de cambiar el nombre de la hija de Cuza, que aquí aparece como Eva en lugar de como Magda. “La fortaleza” es una novela infinitamente superior a la película, así que no conviene ver esta tras acabar la lectura, a fin de evitar malos sabores de boca.

Por otro lado, IDW Publishing publicó en 2006 una adaptación en forma de miniserie de cómic, ilustrada por Matthew Dow Smith (un autor cuyo trabajo recuerda poderosamente al de Mike Mignola) y con guión del propio F. Paul Wilson. Por su interés, reproducimos la respuesta que dio Wilson cuando se le preguntó por qué había escrito dicho guión: “Porque considero esta presentación visual de “La fortaleza” mi versión de la película, lo que podría haber sido… lo que debería haber sido”.

Una novela imprescindible

F. Paul Wilson es un autor prolífico que publica, como mínimo, un libro al año. Además de la ya mencionada saga de el Adversario, también ha escrito numerosas novelas protagonizadas por su personaje más popular, Repairman Jack, y cuenta con un buen número de fans por todo el mundo. Lamentablemente, en España su obra se desconoce casi por completo, algo que confiamos se remedie en breve.

Si “La fortaleza” obtiene la recepción que se merece, es más que probable que el resto de las novelas del ciclo vean la luz en nuestro idioma. Sea como fuere, en un momento en el cual parece que la literatura de terror se limita casi exclusivamente a obras de temática zombi, la novela de Wilson es un buen ejemplo de la existencia de otros mundos por explorar, y de que el eterno enfrentamiento entre el Bien y el Mal puede dar forma a obras tan interesantes y absorbentes como la que nos ocupa. Ningún aficionado a la buena literatura de horror debería perdérsela.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *