La máquina de las estaciones

¿Y si fuese posible elegir la estación del año a placer? Pues esa posibilidad es la que se plantea en “La máquina de las estaciones”, un bonito álbum ilustrado de manufactura española publicado por Almadraba.

Fran Nuño y Enrique Quevedo revolucionan las librerías con una obra de gran originalidad, tanto en sus dibujos como en su trasfondo. Con una historia aparentemente para niños, los autores hacen reflexionar a los adultos sobre el mundo que les rodea. La importancia del apoyo mutuo y el respeto por el medio ambiente son dos de los temas destacados en este libro para niños y adultos.

La imposibilidad del consenso

En un pequeño pueblo perdido se va a efectuar una importante votación. El alcalde acaba de comprar la máquina más maravillosa del mundo, una máquina que es capaz de cambiar las estaciones del año a placer, y quiere conocer la opinión de los ciudadanos.

La máquina de las estaciones La máquina de las estaciones 1

Pronto se lleva a cabo la votación, pero el resultado deja atónitos a todos. Todas las estaciones reciben la misma puntuación. Ante un hecho tan singular, el alcalde decide ser él en persona quien organice las estaciones. Reparte el año de tal manera que reina el verano la mayor parte del tiempo. A nadie le gusta semejante año loco, pero el alcalde no está disponible para escuchar las quejas, pues ha aprovechado el eterno verano para disfrutar de unas largas vacaciones.

Muy disgustados con su alcalde, se lleva a cabo una nueva votación y se decide volver a la normalidad. Pero para ello necesitarán las llaves de la máquina de las estaciones que cuelgan del cuello del regidor. ¿Podrán volver a tener un año normal?.

Un cuento casi tradicional

“La máquina de las estaciones” es un cuento original, moderno pero con esa nostalgia propia de los cuentos de toda la vida. Aquellos que empezaban por “en un reino muy lejano” donde un rey injusto o una bruja malvada hacían fechorías y había que vencerlos para que reinara de nuevo la armonía. En este caso, el malo es un alcalde y los buenos, los ciudadanos. Toda una lección de colaboración vecinal. Una respuesta moderna al villano de turno que trata de hacer su voluntad valiéndose de su posición.

La máquina de las estaciones 3

Los principios que regían a los valientes caballeros de los cuentos de hadas mueven ahora a una comunidad que se alza contra el villano (nunca mejor dicho) para ser respetada y escuchada. Cosas de la democracia. Sin duda es una historia de actualidad, pero al alcance de los jóvenes quienes pueden aprender de forma desenfadada los principios básicos de la convivencia y el respeto por el medio ambiente, conceptos tal vez un poco complejos para los niños más pequeños.

La historia se apoya en unas estupendas ilustraciones que mantienen ese aire, mezcla de sueño y realidad, tan propio del imaginario infantil.  Tonos vivos, figuras geométricas y robots por todos lados. Cuenta con cierto toque futurista retro muy atractivo y una letra de buen tamaño para ayudar a los primeros lectores. Pero la trama no se salva de una pincelada de madurez que puede resultar chocante en un álbum de estas características. Tal vez por ello esconda entre sus páginas un divertido recortable, para disfrute de aquellos que no entiendan del todo su desarrollo.

Cuentos hechos en España

Últimamente son muchos los títulos “made in Spain” que llenan las librerías. Novelas de misterio, terror, ciencia ficción. Pero es en la literatura infantil donde más se aprecian estas voces patrias. Almadraba es una de las editoriales que más fomenta el producto español, algo que se agradece. Hasta hace no demasiado tiempo parecía que los buenos cuentos infantiles sólo podían importarse. Ahora también aquí se hacen cosas extraordinarias.

La máquina de las estaciones 2

Estupendos ilustradores, como Enrique Quevedo (quien, dicho sea de paso, también trabaja fuera y es muy apreciado) son cada vez más conocidos y admirados. Sus ilustraciones, coloridas y geométricas le han convertido en un auténtico profesional del lápiz y el rotulador, premiado en múltiples ocasiones por su buen hacer. Sin duda uno de los mejores ilustradores para cuento infantil de nuestro país. O escritores como Fran Nuño, quien ya cuenta con una importante carrera a sus espaldas. Muchos de sus éxitos se los debe a su colaboración con Enrique Quevedo.

Originales y diferentes. Así suelen ser los nuevos títulos que aparecen en la literatura infantil, siempre buscando sorprender y gustar a los niños. «La máquina de las estaciones” cuenta con estas características y otras más que se guarda en la chistera, para atraer al público más joven y también al adulto. En definitiva, uno de los últimos trabajos de Nuño y Quevedo con muy buen resultado.

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