Oscuro parentesco

Escribir relatos puede parecer, para el profano, una tarea sencilla. Podría pensarse que, a menor extensión de páginas, más fácil será crear una historia. Al fin y al cabo, mientras se tenga una idea interesante, a poder ser original (si es que la originalidad existe, algo que muchos críticos a buen seguro discutirían), el resto viene rodado. No obstante, la creación literaria breve, si se quiere hacer bien, plantea numerosas dificultades.

Eduardo Moreno Alarcón es, sin ninguna duda, bien consciente de ello. Por eso, en cada uno de los quince relatos que componen “Oscuro parentesco” (publicado por Uno Editorial) se percibe el minucioso trabajo llevado a cabo por un autor que domina a la perfección los entresijos del cuento fantástico. En su segunda antología, Moreno Alarcón nos invita a sumergirnos en su particular universo literario, heredero del de sus maestros Poe, Lovecraft, Bierce o Maupassant.

Terror…

Varios son los relatos incluidos en “Oscuro parentesco” que cabría englobar, de un modo u otro, bajo el epígrafe de narraciones terroríficas. Así, tenemos historias de corte más o menos clásico como “El altillo” (en la cual un siniestro espejo afectará de un modo terrible a una familia), “La hija de Molinari” (sobre los extremos a los que un padre puede llegar para conservar a su hija) o “La joven del paraguas” (o cómo un encuentro inesperado puede cambiar por completo la vida de un hombre).

Por otro lado, consciente de que hay vida más allá del horror clásico, Eduardo Moreno dedica tiempo a la experimentación literaria. Fruto de la misma son pequeñas joyas como esa curiosa mezcla de terror lovecraftiano y ciencia-ficción que es “La plaga de Morway” o la curiosa e inquietante narración que cuenta con el sugerente título de “El tanatopractor”.

…y mucho más

En “Oscuro parentesco”, además de cuentos de terror como los ya mencionados, aguardan al lector historias que, con una base normalmente fantástica, tocan temas dispares. Así, tenemos relatos que incorporan elementos históricos, como “Homo Machinae” (con la presencia del escultor vorticista Jacob Epstein como elemento fundamental para la trama), “La isla dorada” (en el cual se nos habla sobre los orígenes de la expansión del olivo y el uso del aceite) o “El pozo amargo” (una breve y bella leyenda toledana que narra el amor entre un cristiano y una judía).

Finalmente, debemos mencionar la pieza más peculiar del sugerente puzzle que es la antología que nos ocupa, la cual da nombre a la misma. “Oscuro parentesco” es una breve obra teatral alegórica, protagonizada por personificaciones de conceptos tan trascendentes como la Vida y la Muerte, y supone una apuesta ciertamente arriesgada por parte de Eduardo Moreno.

Sobre el autor

Eduardo Moreno Alarcón lleva participando desde 2008 en diversos certámenes de narrativa breve. Entre sus logros hasta la fecha, destacan el primer premio en el Concurso de Relatos de Terror Nexus Outsiders (conseguido en sus ediciones de 2008 y 2009), y el mismo galardón en el II Certamen de Relatos de Terror “Sueños de Opio” en 2013. También cabe destacar las buenas posiciones obtenidas en diversas convocatorias como el Concurso de Relatos Breves “Víctor Chamorro” o la IV edición de los Premios Mallorca Fantástica.

En 2010, los aficionados a los relatos de terror de corte clásico tuvimos la oportunidad de disfrutar con “Lo que vino de las profundidades”, la primera antología de Eduardo Moreno. Cuatro años después, “Oscuro parentesco” nos ofrece la oportunidad de comprobar la evolución estilística de un autor quien, sin ninguna duda, todavía tiene muchas grandes historias que compartir. En El Mar de Tinta estamos deseando que llegue el momento de poder disfrutar con ellas.

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