Laberintos

Esta claro que en España no existe una tradición de escritura de relatos tan importante como la del ámbito anglosajón, por citar el ejemplo más paradigmático. Y, si bien de un tiempo a esta parte no es raro encontrar antologías de diversas temáticas (aunque con predominio del Terror) en las librerías, lo cierto es que suelen ser recopilaciones de historias firmadas por distintos autores, con una calidad muy dispar.

Menos frecuente resulta dar con una colección de cuentos firmados por un único escritor. Y más raro todavía es comprobar como todos esos cuentos gozan de una calidad sobresaliente que se mantiene página tras página, narración tras narración. Ese es el caso de “Laberintos”, de Manuel Osuna, una de las más gratas sorpresas literarias que nos hemos llevado últimamente en El Mar de Tinta.

El horror…

En su libro, Osuna toca con similar brillantez diversos géneros. No obstante, uno de los que cuentan con mayor presencia es el Terror, tanto de corte clásico como según una concepción más moderna del mismo.

Así, tenemos historias como “Mundo diversión”, en la cual se traslada a un parque de atracciones el clásico relato de aparecidos, o “Certificado de defunción”, relato que a buen seguro habría obtenido la aprobación de el gran Poe. Ambos cuentos están exentos de truculencia alguna, y resultan aptos “para todos los públicos”.

Más difíciles de digerir resultan “Indigestión” o “Bañistas”, con escenas capaces de provocar estragos en los estómagos de ciertos lectores. Y no hay que olvidarse de ese guiño a la literatura de zombis/infectados que es “La mascota del Titanic”, una historia ambientada en el archiconocido buque en la cual se nos ofrece una particular vuelta de tuerca sobre las causas de su “naufragio”.

Revisando los clásicos

También hay espacio en “Laberintos” para rendir homenaje a narraciones clásicas, pasadas por el personal tamiz de Manuel Osuna. Así, encontraremos una curiosa revisión del mito del Minotauro en “Catorce corderitos”, y asistiremos a una nueva interpretación del final de una de las novelas más conocidas de Victor Hugo en “Campanero”.

En cuanto a “Noche de castigo en Hamelín”, en esta ocasión el famoso Flautista se encarga de que los habitantes de la población alemana se enfrenten a las consecuencias derivadas de la crueldad de sus dirigentes. Un cuento a la manera de los clásicos originales, aquellos que no escatimaban en violencia y crueldad.

La conexión Holmes

Dos de los relatos incluidos en “Laberintos” tienen como protagonistas al más grande detective literario y a su fiel colega y biógrafo. Manuel Osuna aporta con ambas historias sendos granos de arena a la tradición de pastiches holmesianos redactados por autores españoles (entre los cuales destacan, por la cantidad y calidad de sus escritos, los surgidos de las plumas de Rodolfo Martínez y Alberto López Aroca).

“El dentista de Baker Street” es un relato simpático y amable (al estilo de “El carbunclo azul”, por ejemplo), en el cual Holmes y Watson se enfrentarán a un misterio muy cerca de su hogar. Por su parte, en “El caso de la costurera caníbal”, ambos amigos investigarán un sangriento crimen en cuya narración se desliza algún que otro homenaje a cierta obra de Thomas Harris.

Una antología imprescindible

Manuel Osuna ha ganado numerosos premios con sus relatos, y algunos de ellos han aparecido publicados en las antologías “Melocotón Mecánico VII”, “Visiones 2009” y “Calabazas en el trastero: Entierros y Peste”. Tras concluir la lectura de “Laberintos”, publicado por Editorial Círculo Rojo, queda patente sin ningún género de dudas que nos encontramos ante un escritor brillante con un notable dominio de la narración breve.

Cada uno de los relatos que componen la antología está escrito con una habilidad que sorprenderá gratamente a quien se aventure por los trece escenarios propuestos por su autor. Confiamos en poder tener pronto la oportunidad de volver a repetir tan inolvidable experiencia.