Ni lo ves ni lo verás

No hay nada como un buen thriller en clave femenina para despertar el sano hábito de la lectura. M. J. Arlidge irrumpe en el panorama literario con “Ni lo ves ni lo verás”, una novela con evocador título bajo el cual se esconde un asesino a sangre fría. Bienvenidos al mundo de la inspectora Helen Grace.

Tras el éxito cosechado con la primera aventura de esta heroína nada convencional, M. J. Arlidge sumerge al lector de nuevo en los bajos fondos londinenses. Corrupción, prostitución y asesinos en serie aderezan una historia trepidante editada por Penguin Random House bajo el sello Suma de letras.

Resurgir

Un año después de caer en manos de un asesino y salir viva del trance, la inspectora Helen Grace vuelve al trabajo. También lo hace su compañera Charlie, quien sufrió el mismo calvario y cuya vida matrimonial pende de un hilo. Ambas deben hacer frente a los cambios que se producen en la comisaría, como el reciente nombramiento de la jefa Hardwood. El choque inicial entre ésta y Grace se recrudece tras el hallazgo del cadáver  mutilado de un hombre. El cuerpo sin vida de un amable padre de familia ha sido encontrado en un barrio frecuentado por prostitutas y drogadictos.

La brutalidad y ensañamiento del crimen devuelven a Helen y Charlie a su propia pesadilla. Sin embargo, deben dejar atrás sus diferencias y su dolor para dar caza a un asesino que no parece dispuesto a parar. Esa misma semana otro hombre es encontrado en iguales circunstancias. La familia del primer hombre recibe una mañana un paquete inesperado y macabro: el corazón seccionado y la palabra “malvado” escrita en la cinta de embalar.

La policía se siente desconcertada. Dos hombres muertos, con el corazón arrancado y hallados es un lugar muy poco recomendable. Las investigaciones consiguen encontrar un punto en común, ambos contrataron los servicios de la misma prostituta. Una doble vida desconocida para sus seres queridos. Para la policía significa que, de nuevo, hay una asesina sembrando el caos. Los peores temores de Helen Grace y su equipo se hacen realidad cuando una prueba de ADN demuestra que el asesino es una mujer.

Clave femenina

“Ni lo ves ni lo verás” es una novela que se lee del tirón. Frenética y vertiginosa. M. J. Arlidge es un maestro del arte de hacer estremecerse al personal y obligarle a desconfiar hasta del propio cartero. Ha conseguido con dos novelas coger desprevenidos a los lectores y adentrarles en el universo de Helen Grace a ritmo de asesino en serie. Porque ésa es su especialidad.

La novela tiene un inicio un tanto confuso para quienes no conozcan “Tú te vas, tú te quedas”. No obstante, el autor aporta los detalles esenciales tanto en boca de Grace como de Charlie. Estamos, pues, ante una historia donde la voz femenina es la protagonista, rasgo que comparte con su predecesora. Las víctimas, hombres sin voz cuya debilidad por el sexo les lleva a la muerte, no hacen más que remarcar el perfil de los personajes femeninos. Su fuerza, carisma y también sus puntos débiles.

[quote]Llegados a ese punto Jessica se derrumbó, el peso de los acontecimientos aplastándola finalmente. No sólo le habían robado a su marido, sino que sus recuerdos de él estarían manchados para siempre. Su irresponsabilidad le había costado cara a Chris, pero los que se habían quedado atrás tendrían una herencia de lo más amarga. Habían entrado en un túnel largo y oscuro.[/quote]

La dinámica entre roles juega a favor de las mujeres. Ellas mandan, organizan y matan. Se ofrece una perspectiva insólita dentro del género policíaco. El ritmo desenfrenado, apoyado por unos capítulos breves que saltan de una escena a otra, recuerda el estilo cinematográfico de las producciones holliwodienses. Al leer “Ni lo ves ni lo verás” se experimenta una extraña sensación de deja vu. Todas las series americanas conocidas explotan en el cerebro, dando a la novela un cariz menos original del que cabría esperar.

Éxito en serie

J. Arlidge conoce las claves del éxito. Ha producido numerosas series de televisión en el Reino Unido que ya son un icono en Inglaterra. Su salto a la literatura con “Tú te vas, tú te quedas” le catapultó a la fama mundial en solo una edición. Todo un logro si se piensa en la cantidad de bestshellers que se publican en un solo año. Así pues, ¿dónde está la clave? Puede que en los personajes femeninos, a veces olvidados en el thriller (o meras víctimas), que ahora pasan a la acción en todos los sentidos. O en el estilo del propio autor, que agiliza la trama y se torna cada vez más macabro. Es posible que incluso sea porque arremete con una violencia inusitada, describiéndola con todo detalle.

Sea lo que sea, Suma de letras también ha contribuido al éxito (al menos en España) con una edición cuidada, pulida. La traducción del título original, Pop goes the weasel, alude a una tonadilla infantil. Dado que en castellano carece de sentido, creemos que ha sido muy acertado jugar con la misma idea en la edición española. Nada más sobrecogedor que una canción infantil para dar paso a un asesino en serie. La propia feminidad de la novela (que no de su autor) se aprecia en este juego.

[quote]Una casa abandonada en un barrio olvidado de Southampton, con la ventana tapada: el sitio perfecto para matar a alguien. ¿Le torturaron primero? Eso es lo que más le preocupaba a Helen. Las heridas de la víctima eran tan poco usuales, tan elaboradas, que alguien se había tomado muchas molestias. O, peor todavía, había disfrutado con ello.[/quote]

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