Rakoshi

La figura del justiciero (o vigilante, según la versión norteamericana del término, muchas veces no traducida al castellano) puede adquirir diversas formas. Desde el implacable Paul Kersey inmortalizado por Charles Bronson hasta el (relativo) guante de seda aplicado por Michael Knight o los miembros del Equipo A (sin olvidar referentes literarios como el Jack Reacher de Lee Child), el imaginario popular está lleno de personajes dispuestos a aplicar su particular visión de la Justicia.

La publicación en España de “Rakoshi” por parte de Alamut nos permite conocer a Jack el Reparador, el personaje más popular creado por F. Paul Wilson. Dedicado en cuerpo y alma a “reparar” todo tipo de injusticias, Jack emplea métodos que le sitúan más allá de la ley y le obligan a vivir al margen de la sociedad. Sin embargo, a pesar de haberse visto envuelto en situaciones más que peligrosas, nada le ha preparado para enfrentarse a un horror proveniente de la India.

La venganza de Kali

En 1857, Albert Westphalen, un oficial británico destinado en Bharangpur, descubre la existencia de un oscuro templo dedicado al culto a la diosa Kali. Se trata de un lugar cuya ubicación pocos conocen, y al cual nadie se atreve a acercarse a pesar de los rumores que hablan del inmenso tesoro oculto en su interior. ¿El motivo? Se halla protegido por unas terribles criaturas, los legendarios rakoshi.

Westphalen decide arriesgarse a asaltar el templo, deseoso de obtener riquezas que le permitan regresar a Inglaterra y pagar las deudas de juego que le obligaron a exiliarse a la India. Al hacerlo, desatará una maldición sobre su familia la cual, más de siglo y medio después, tendrá terribles repercusiones sobre las vidas de personas muy importantes para Jack el Reparador.

La maldición de Kali se cernirá sobre los últimos descendientes de Albert Westphalen en el Manhattan del siglo XXI. Un lugar por cuyas calles se moverán unas criaturas de pesadilla controladas por un fanático dispuesto a llevar a cabo la venganza de su diosa. Los rakoshi representarán la mayor amenaza a la cual haya tenido jamás que hacer frente Jack. ¿Será capaz de sobrevivir a su enfrentamiento contra unas fuerzas más allá de su compresión?

Rakshasa y Kali

F. Paul Wilson se inspira en la mitología hindú para dar forma a los terroríficos rakoshi. En concreto cita en la novela a los rakshasa (o ráksasa), una suerte de ancestrales criaturas demoníacas antropófagas, presentes en numerosas historias tradicionales de la India. Según la versión de Wilson, los rakshasa derivan de los todavía más antiguos rakoshi, creados como seres de pura maldad con el objetivo de exterminar a la humanidad.

En cuanto a Kali, la diosa cuyo templo cobijaba a los rakoshi, es una de las principales deidades del panteón hinduista. Se trata de una entidad compleja, interpretada de formas muy diversas según la corriente de pensamiento que se acerque a la misma. Así, se la considera tanto una benévola diosa madre como un ente destructivo y sanguinario, receptor de sacrificios humanos. Evidentemente, esta segunda versión de Kali es la que se ve reflejada en las páginas de “Rakoshi”.

Jack el Reparador

“Rakoshi” es la primera novela de la serie dedicada por F. Paul Wilson a Jack el Reparador. Publicada en 1984 con el título “The Tomb”, su autor decidió revisarla y actualizarla algunos años después (de ahí que aparezcan determinados elementos tecnológicos y culturales ausentes en la primera versión). Además, “Rakoshi” también forma parte del conocido como “ciclo del Adversario”, cuya primera entrega es “La fortaleza”.

El éxito de las aventuras de Jack resulta más que evidente si consultamos el listado de obras que cuentan con él como protagonista aparecidas hasta la fecha. En dicha lista se incluyen 16 novelas que narran las aventuras del personaje en su edad adulta, junto con algunos libros sobre su adolescencia (Jack se inició pronto en el mundo de las “reparaciones”) y diversos relatos.

Semejante éxito no extrañará a quien se sumerja en “Rakoshi”, ya que en sus páginas se nos presenta a un personaje sumamente atractivo, cuyas motivaciones quedan bien claras y resultan fácilmente asimilables por el lector. La combinación de habilidad para la lucha y el manejo de armas con una tremenda humanidad, y un comprensible deseo de aportar algo de justicia a un mundo muy carente de ella, hace que no resulte nada complicado sentir empatía por este particular “reparador”.

¿Continuará?

En El Mar de Tinta consideramos que “Rakoshi” es el ejemplo perfecto de lo que debe ser una novela de Acción con toques de Terror. Plagada de personajes interesantes (entre los cuales destaca, por supuesto, su principal protagonista) es el típico libro que se lee perfectamente de un tirón, ya que cuesta muchísimo despegar la vista de cuanto en él se nos cuenta.

Con una fantástica portada de Alejandro Terán (nueva versión de la que ya hiciera para “La fortaleza”) y una correcta traducción de Núria Gres, la edición de Alamut es tan excelente como de costumbre. Ahora sólo nos queda esperar que las ventas acompañen y que no tardemos en poder leer nuevas aventuras de Jack el Reparador. Como ya hemos visto, las hay en abundancia, así que cruzaremos los dedos y confiaremos en que el buen criterio de los lectores otorgue a esta novela el éxito que merece.

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