Ana y la Casa de sus Sueños

En 1908, Lucy Maud Montgomery vio publicada la primera edición de “Ana, la de Tejas Verdes”, un libro extraordinario en el cual presentaba a uno de los personajes más encantadores de la Literatura del siglo XX. El éxito de la primera novela de la autora canadiense fue espectacular y ello dio pie a la aparición de hasta siete secuelas, cuya lectura nos permite asistir a la evolución de Ana Shirley desde su infancia hasta la edad adulta.

Ediciones El Toromítico lleva ofreciéndonos desde 2013 una serie de magníficas ediciones de las novelas que conforman la serie, profusamente ilustradas, las cuales cuentan con excelentes traducciones de Elena Casares Landauro. Ahora, tras haber disfrutado con la primera entrega y con sus tres primeras continuaciones (“Ana, la de Avonlea”, “Ana, la de la isla” y “Ana, la de Álamos Ventosos”), llega a las librerías el quinto volumen de la colección: “Ana y la Casa de sus Sueños”.

Ana y Gilbert

A lo largo de los cuatro primeros volúmenes de la serie hemos sido testigos privilegiados de la transformación de Ana. Quien fuera una niña parlanchina con tendencia a meterse en problemas se ha convertido, tras asistir a la universidad y pasar después tres años ejerciendo como profesora en el Instituto Summerside, en una hermosa y sensata joven de veinticinco años. Ha llegado, por fin, la hora de que contraiga matrimonio con su adorado Gilbert Blythe.

Después de la boda, Ana y Gilbert se trasladarán al Puerto de Cuatro Vientos, localidad en la cual el doctor Blythe ejercerá su profesión, y ambos se instalarán en una hermosa casita situada en un entorno idílico. En su “Casa de los Sueños”, Ana descubrirá las alegrías (y algún que otro sinsabor) del matrimonio, sufrirá una experiencia tremendamente dolorosa y experimentará la inmensa dicha de la maternidad. Todo ello rodeada de nuevas amistades que se convertirán en seguida en miembros de su pequeña familia.

Nuevos personajes

Como suele ser habitual en las novelas protagonizadas por Ana Shirley, los personajes “secundarios” que acompañan a la joven pelirroja tienen una importancia fundamental en el desarrollo de la narración. “Ana y la Casa de sus Sueños” no es ninguna excepción y, entre los diversos coprotagonistas de la historia, destacan sobre todo el Capitán Jim, la señorita Cornelia Bryant y Leslie Moore.

El Capitán Jim es un anciano marinero que hace tiempo que abandonó las largas travesías por el mar y trabaja ahora como encargado del faro en el Puerto de Cuatro Vientos. Fuente inagotable de interesantes historias, el entrañable Capitán se ganará enseguida los corazones de Ana y Gilbert. Y lo mismo hará la señorita Bryant, una mujer de mediana edad con un corazón de oro y una curiosa aversión hacia los hombres, para quienes rara vez tiene alguna buena palabra.

En cuanto a Leslie Moore, se trata sin duda alguna de una de las aportaciones más interesantes al ya extenso grupo de personajes cuyas vidas se han cruzado en algún momento con la de Ana Shirley. Leslie es una joven de una belleza arrebatadora, con un pasado trágico y una vida sumamente desgraciada. En cierto modo, funciona como una suerte de imagen invertida de Ana, la infelicidad absoluta frente a la felicidad total. La manera en la cual evoluciona la relación entre ambas mujeres resulta fascinante.

Un entorno privilegiado

En las novelas de Lucy Maud Montgomery tiene una importancia capital la situación geográfica de los diversos emplazamientos en los cuales transcurre la acción. Las historias protagonizadas por Ana Shirley tienen lugar en distintas ubicaciones ficticias (como Avonlea o el Puerto de Cuatro Vientos) situadas en un lugar real, la canadiense Isla del Príncipe Eduardo. Según las descripciones realizadas por la autora, se trata sin duda de un lugar de una belleza excepcional, un pequeño paraíso de verdor salpicado de poblaciones en las cuales la vida transcurre a un ritmo pausado muy distinto al de las grandes urbes del continente.

El contacto con la naturaleza es para Ana tan vital como el aire que respira. En más de una ocasión afirma, como si fuera una moderna dríade, que le sería imposible vivir alejada de los árboles, y la presencia de los mismos cerca de la “Casa de sus Sueños” es una de las razones por las cuales la considera como tal. Jardines, bosques, arroyos, lagos o el mar aparecen, de un modo u otro, en cada libro de la serie y, en cierta forma, acaban por convertirse en un personaje más de la historia.

Libros indispensables

En El Mar de Tinta admiramos profundamente la obra de Lucy Maud Montgomery y, por lo tanto, agradecemos de corazón a Ediciones El Toromítico por haber puesto al alcance de los lectores nuevas ediciones tanto de los libros protagonizados por Ana Shirley como de las novelas en las cuales aparece la encantadora Emily Starr. Se trata de obras catalogadas en ocasiones como literatura “para niños” las cuales, como suele ocurrir con los grandes clásicos literarios, ofrecen en realidad elementos de interés para lectores de todas las edades.

Leer a Lucy Maud Montgomery implica viajar a un mundo muy distinto al actual, a una época en la cual valores y comportamientos actualmente en peligro de extinción suponían la piedra angular de la vida de unas personas sencillas, trabajadoras y humildes. Cada novela de la serie de Ana Shirley es un canto a la imaginación, a la amistad y al amor. Y saber que todavía quedan tres novelas pendientes de publicación nos llena de una emoción que sólo quienes conocen la obra de la autora canadiense pueden comprender. Si todavía no ha leído ninguna novela de Montgomery, le invitamos a que ponga remedio a tal situación de inmediato. Estamos convencidos de que no se arrepentirá.

Una respuesta a «Ana y la Casa de sus Sueños»

  1. Hola José. Que bueno que te guste la serie de Ana de las Tejas Verdes. Somos pocos los hombres que valoramos esta obra maravillosa de Maud Montgomery. Pienso que la autora fué una persona brillante, de una inteligencia y sensibilidad extraordinarias. He leído la serie de libros de Ana hace poco, y quedé simplemente adicto a ellos. No me canso de leerlos. No tengo la capacidad que tenía la autora para plasmar mis sentimientos en palabras, así que estoy tratando de expresar mi admiración por Montgomery lo mejor que puedo. Que bueno que haya existido un ser tan inteligente y sensible como ella y nos haya hecho emocionar con esta obra. Te mando un saludo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *