El autobús perdido

Nordica nos sorprende siempre con agradables novedades. En esta ocasión, la editorial presenta “El autobús perdido”, obra del incomparable John Steinbeck. Si bien no es una de sus novelas más conocidas, goza de todos los elementos notables en la producción del autor. Un maravilloso ejercicio de desarrollo de personajes, tratados desde un humanismo incomparable para mostrarnos el fin del sueño americano.

John Steinbeck (1902-1968) fue uno de los grandes literatos del siglo XX y no podíamos dejar pasar la oportunidad de ofrecer a los lectores una sugerencia atractiva. Contó con el beneplácito de la crítica especializada desde sus inicios gracias a su estilo abrumador y realista. Su escritura incisiva remueve al lector y le hace reflexionar sobre la vida, la muerte y el amor. Una novela brutal en muchos sentidos, pero fascinante.

Punto de inicio

Rebel Corners, un olvidado pueblecito de California, cuenta con una cafetería y un servicio de autobús público. Y poco más. Su propietario, Juan, regenta ambos negocios con la ayuda de su mujer, una camarera y un mecánico. Cuentan con lo suficiente para vivir y son aparentemente felices. Su día a día es bastante rutinario, llevar pasajeros y paquetes desde Rebel hasta San Juan de la Cruz y regresar para ayudar en la cafetería. Nuevos viajeros cada día y dinero para continuar con su vida en Estados Unidos tras dejar atrás su México natal.

Un nuevo grupo se da cita en Rebel Corners. Un Comercial, una familia adinerada, una joven muy atractiva. Personas diferentes que poco a poco crearán lazos entre sí de la forma más inesperada. Lo que empieza siendo un viaje más poco a poco se torna en pesadilla. A medio camino de su destino final, la carretera está impracticable y Juan se ve obligado a tomar una decisión.

Viaje interior y exterior

El autobús perdido” es un viaje introspectivo a la América profunda de mediados del siglo XX. Tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial el “sueño americano” despertó de su idilio para darse de bruces con la cruel realidad. Pueblos fantasma, hombres mutilados física y psicológicamente, economía precaria. El famoso New Deal cayendo en desgracia. Y en este marco social convulso y decadente, John Steinbeck relata la historia de un viaje físico y emocional.

Rebel Corners, el pueblo dejado de la mano de Dios, es el punto de inicio y presentación de un heterogéneo grupo de almas perdidas. Desde el hombre fornido hecho a sí mismo (Juan, dueño del autobús y la cafetería), a la joven camarera soñadora, todos son pequeños ideales rotos. Personas ambiguas que esconden una doble personalidad bajo el velo del convencionalismo social o la falsedad más flagrante. Steinbeck fue un verdadero “destripador” de caracteres oscuros y decadentes. Cada personaje desarrolla un viaje interior que comienza subiendo a un autobús. Cuando éste se avería, las verdaderas personalidades de cada uno sale a la luz. El ama de casa no es tan perfecta, la joven idealista es de lo más prosaica y la inocencia es la gran desconocida.

Poco a poco el paisaje se vuelve tan salvaje como los viajeros. El autor se sirve de un lenguaje poético envidiable, rico y musical. El lector disfrutará de un estilo limpio, rítmico, lleno de candor a veces, otras cargado de ansiedad y miedo. Una lectura obligada para aquellos que busquen la perfección. “El autobús perdido” supone una lectura maravillosa y un perfecto ejemplo de la pérdida de inocencia de la sociedad americana tras la guerra.

En ruta por el sueño americano

Existen numerosas adaptaciones de las novelas de John Steinbeck. “Las uvas de la ira” (1939), “De ratones y hombres” (1937) y “Al este del Edén” (1952) son sus obras más reconocidas y adaptadas a la gran pantalla. Sin embargo, gracias a la editorial Nordica, contamos con publicaciones menos extendidas, como “Viajes con Charlie”, “Los crisantemos”, “El invierno de mi desazón” y la que nos ocupa.

Todas ellas siguen un hilo común: mostrar la desintegración de la inocencia americana. El famoso “sueño americano” lleno de esperanza que se vio trastocado por la Segunda Guerra Mundial y sus devastadoras consecuencias.

Como corresponsal de guerra, Steinbeck experimentó de primera mano el horror y la depravación humanas, dos características que impregnarían todos sus escritos. A pesar de ello, la lectura de sus novelas no crea desazón, pues cabe también la esperanza. Si bien el género humano es capaz de los horrores más degradantes, también puede sobrevivir a ellos y empezar de cero. En “El autobús perdido” esas almas que inician el viaje hacia San Juan de la Cruz se encuentran consigo mismas y la capacidad de vivir con sus errores. No es una lectura optimista per se, tampoco lo era su autor. Su visión de Estados Unidos era más bien negativa así como su antibelicismo y defensa del medio ambiente. Todo un pionero en este último. John Steinbeck fue un adalid de los más desfavorecidos, incomprendidos y olvidados. Merece la pena redescubrir su potente escritura en aquellos títulos menos conocidos. Disfruten de una buena lectura. Disfruten de Steinbeck.

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