El caballero de los siete reinos

Mientras los numerosos adeptos de la exitosa serie Canción de Hielo y Fuego siguen aguardando el lanzamiento de “Vientos de invierno” (previsto para 2016), la editorial Gigamesh nos deleita con un entremés que ratifica el talento indiscutible de George R.R. Martin. Un pequeño volumen que alberga tres relatos brillantes, tan absorbentes como los principales acontecimientos de la saga ambientada en los reinos de Poniente.

A estas alturas, por todos es sabido que Martin se toma con desesperante calma la escritura de sus libros. Con todo, en este último año la editorial Gigamesh ha puesto a disposición de sus lectores volúmenes tan fascinantes como “El mundo de Fuego y Hielo” (obra escrita por Linda Antonson y Elio M. García Jr, cuyo contenido es una guía excelente sobre la historia de las casas y lugares de Poniente y las Ciudades Libres), y una antología en tres partes con los cuentos cortos del autor de Nueva Jersey. Con esta reentré, nos llega un nuevo título que  recomendamos encarecidamente: las aventuras de Ser Duncan y el pequeño y futuro rey dragón, Aegon.

Tres cuentos redondos

Los tres relatos o novelas cortas (uno de ellos publicado también en las antologías publicadas por el sello editorial, concretamente en el titulado «Un corazón atribulado”) transcurren en una época anterior a los acontecimientos narrados en “Juego de Tronos” y las sucesivas continuaciones. Mucho antes, durante el reinado de Daeron II y Aerys I, cuando Aegon V todavía era un niño.

Los lectores avezados recordarán comentarios sobre Aegon V el Improbable y ser Dunkan el Alto, su fiel comandante de la Guardia Real. Lo que nos ofrece el escritor en esta serie de cuentos es conocer los orígenes de esta relación de amistad y compañerismo: los motivos que unieron a Dunk, un caballero errante procedente de Lecho de Pulgas, con un Targaryen. ”El caballero errante”, “La espada leal” y “El caballero misterioso” son los tres primeros títulos  (esperemos que no los últimos) que narran la crónica de las aventuras y desventuras de estos dos personajes quienes, si bien diferentes, no desmerecen en personalidad y carisma frente a los protagonistas de Canción de Hielo y Fuego, 80 años después.

En El Mar de Tinta creemos que el relato breve escogido por Martin se acomoda plenamente a las vicisitudes narradas, haciendo de éstos una lectura entretenidísima, ligera y apasionante.

La dura vida del caballero errante

Cabe destacar el punto de vista cercano que Martin imprime a su protagonista indiscutible, ser Duncan el Alto. Éste se encuentra a años luz del mundo de los poderosos (al menos en sus orígenes) siendo un hombre del pueblo, aunque no por ello menos digno. El lector deambulará así por Poniente: una oportunidad única de conocer los polvorientos caminos, las aldeas y los entresijos de los señores menores, así como el código de la caballería y la vida de aquellos caballeros sin fortuna ni casa permanente a la que servir.

Acogerá como escudero al pequeño Egg, pelón para que no lo reconozcan como Targaryen, y con su talante bonachón y algo torpe tratará de inculcar en el futuro rey valores tales como la humildad, la justicia, el tesón o el respeto hacia los individuos de clases inferiores, alejando al niño de los lujos y facilidades de una vida cortesana.

Si el tono fantástico-épico de Canción de Hielo y Fuego ya es marcado, en “El caballero de los siete reinos” se acentúa, con relatos alla medieval. En ellos, el autor nos habla de justas y torneos, banquetes de boda y rencillas entre miembros de casas menores, siempre sin escatimar en descripciones detalladas sobre caballos, armaduras, platos suculentos… Algo que también apreciábamos en sus novelas, pero que tal vez tienen menor importancia ante las tramas complejas que desarrolla. Nos ha encantado, ante todo, su capacidad para imprimir vida a las batallas. El lector no podrá evitar recibir cada estocada, cada golpe, sintiendo incluso el sabor a óxido de la sangre.

Un contexto insuperable

Pese a que el tono de estos tres primeros cuentos es más entrañable que el de la saga principal transcurrida en Poniente, George R. R. Martin sigue ofreciéndonos una ambientación fabulosa para esta nueva pareja protagonista: la rebelión del hijo bastardo de Aegon IV, Daemon Fuegoscuro, contra su hermano e hijo legítimo del rey. La batalla que consiguió sofocar a los traidores, en Prado Hierbarroja, todavía sigue fresca en la memoria de todos y la mano del rey, Cuervo de Sangre, continúa su labor de evitar posibles reanimaciones del conflicto.

De este modo, las peripecias de ser Duncan y Egg se convierten en una genial excusa para hablarnos de una época convulsa, llena de intrigas palaciegas y espías por doquier. En este torbellino de lealtades y traiciones, el caballero errante acabará forjándose amigos y enemigos, como fiel acompañante del pequeño Targaryen.

Imprescindible lectura

No queremos desvelar nada más de estas tres narraciones tan apasionantes pues merecen, sin lugar a dudas, un hueco especial en la biblioteca de cualquier amante de la fantasía épica. Eso sí, nos gustaría hacer hincapié en que, aunque podrían leerse de forma independiente, el lector se encontrará probablemente más cómodo habiendo leído Canción de Hielo y Fuego o, en su defecto, la guía antes mencionada. Los nombres de reyes, señores y blasones de las casas pueden resultar complicados de memorizar y contextualizar.

Mención especial para la labor de Gigamesh, tanto en traducción como en el cuidado volumen, que se abre con una introducción a cargo de Enrique Corominas. Algo poco frecuente, pues es el ilustrador encargado de las portadas de todos los títulos de la saga, entre otros reconocidos trabajos. El texto es muy original y arrancará alguna que otra carcajada al lector.

En definitiva, “El caballero de los siete reinos” es un libro de imprescindible lectura, tan entretenido como bien escrito. Si los siguientes relatos de ser Duncan y Egg mantienen la calidad sobresaliente de estos tres primeros, auguramos un sinfín de buenos ratos y diversión. Con resultados así, vale la pena esperar.