Emily triunfa

En El Mar de Tinta sentimos debilidad por la obra de Lucy Maud Montgomery. Sus novelas, protagonizadas por personajes tan inolvidables como Ana Shirley o Emily Starr, y ambientadas en una idílica Isla del Príncipe Eduardo, siempre ofrecen una lectura agradable que nos permite abandonar durante unas horas el gris mundo donde nos ha tocado vivir.

Tras haber logrado un éxito extraordinario narrando las aventuras de la pelirroja Ana, la autora canadiense creó a una nueva heroína, a la cual consideraría su álter ego literario. Tras conocer a la maravillosa Emily Starr en “Emily, la de Luna Nueva”, y acompañarla mientras estudiaba en la escuela secundaria en “Emily lejos de casa”, ha llegado el momento de poner punto y final a la trilogía con un libro de revelador título: “Emily triunfa”, publicado como los anteriores por Ediciones El Toromítico.

Regreso a Luna Nueva

Tras el período lejos la casa familiar de los Murray que supuso la estancia en Shrewsbury, Emily Starr regresa a Luna Nueva para descubrir que las cosas han cambiado mucho. Tanto Ilse como Perry, dos de sus mejores amigos durante la adolescencia, han abandonado sus hogares para forjarse un futuro lejos del pueblecito que les vio nacer. Y Teddy Kent, el talentoso pintor de quien Emily está profundamente enamorada, también persigue sus sueños en el continente.

Poco a poco, año tras año, seremos testigos de cómo Emily va haciéndose un nombre como escritora, hasta el punto de atreverse a dar el salto a la novela, y también veremos cómo la joven recibe numerosas propuestas de matrimonio, si bien ninguna de ellas procede de su adorado Teddy. La disyuntiva entre casarse con alguien a quien no ame de verdad (al menos, no como ama al joven artista) o convertirse en una solterona planeará sobre la protagonista de “Emily triunfa”. No obstante, conociendo a Emily Starr, pocas dudas pueden caber sobre cuál será la decisión que tomará.

Emily y el amor

El amor es, sin duda, uno de los temas principales de “Emily triunfa”. Amor no correspondido, en su mayor parte. En la novela observamos un peculiar cuadrado amoroso, ejemplo paradigmático de lo complicado que resulta que aquella persona de la cual nos enamoramos sienta lo mismo por nosotros. Así, Emily ama a Teddy, pero Teddy parece amar a Ilse. A su vez, Ilse está enamorada de Perry, si bien éste la ignora al estar loco por Emily. Tan compleja serie de afectos y desafectos dará pie a numerosas situaciones difíciles, entre las cuales se incluirá algún que otro compromiso matrimonial.

En lo que a Emily se refiere, el número de pretendientes que aspiran a obtener su mano es tan amplio como pintoresco. Su más ferviente admirador es su primo Dean, quien la ama desde la primera vez que la vio, pero hay muchos más. Además de Perry, otros jóvenes de la vecindad le declararán su amor, y el encanto de la joven Starr hará que desde un escritor de éxito hasta un príncipe japonés (sic) caigan rendidos a sus pies. Sin embargo, el corazón de Emily pertenece a Teddy Kent, y eso supone un escollo en apariencia insalvable para todos sus pretendientes.

Escritora ante todo

El segundo tema de importancia que encontramos en la novela es el de la escritura, como pasión y como oficio. Emily es escritora por necesidad, ya que sólo vertiendo sobre el papel el torrente de historias surgidas de su imaginación puede encontrar sentido a una vida que, en ocasiones, parece ofrecerle pocas alegrías. Y, si bien en un principio su deseo de convertirse en escritora hará que se enfrente con su tía Elizabeth (para quien escribir no es una forma aceptable de ganarse la vida), esta empezará a cambiar de parecer conforme vayan llegando los cheques cada vez que una historia sea aceptada.

Ahora bien, no todo es de color de rosa en lo que a la relación de Emily con el mundillo editorial se refiere. Como toda escritora primeriza, las cartas de rechazo y los manuscritos devueltos formarán parte de su día a día, algo que le resultaría muy familiar a la mayoría de los escritores contemporáneos a Montgomery, y que seguirá sin duda resultándolo para un buen número de autores en la actualidad. La agonía de ver cómo “La moral de la rosa”, la primera novela de Emily Starr, es rechazada una y otra vez es retratada con detalle, del mismo modo que lo es la repercusión que dicha novela tendrá una vez llegue a ser publicada, con críticas de todo tipo que la joven autora tendrá que aprender a aceptar.

Broche de oro

“Emily triunfa” pone punto y final a una trilogía brillante. Se trata de una novela más “oscura” que las que la preceden, y sus páginas se hayan envueltas en una densa melancolía. Mientras leemos las desdichas de Emily, no podemos evitar desear que la conclusión del libro le depare la felicidad que tanto merece, al tiempo que tememos que nuestros deseos acaben por no hacerse realidad.

Magníficamente ilustrado por Sara Lago y Antonio Cuesta, y con una traducción de Mª Carmen García Bernabéu que, sin ser perfecta, resulta mejor que en volúmenes anteriores, “Emily triunfa” es una nueva obra maestra de L. M. Montgomery. Un libro hermoso y agridulce, a cuya dulce y soñadora protagonista echaremos de menos.

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