La joven que no podía leer

Entre los títulos más esperados para este otoño del sello editorial Alevosía se encuentra la nueva novela de John Harding: “La joven que no podía leer”. Un libro de ambientación victoriana, sencillo de leer e ideal para desconectar y pasa un buen rato.

Un individuo que dice llamarse John Sherpherd llega, en la década de 1890, a una institución para enfermos mentales afincada en una isla. Al frente del manicomio, el doctor Marcus atiende a las mujeres encerradas utilizando métodos brutales y despiadados. Las creencias del doctor Sherpherd, mucho más bondadosas y compiladas en su obra “Terapia moral”, entrarán en conflicto con las anticuadas terapias llevadas a cabo en el complejo.

Un nuevo experimento

Cuando el protagonista exponga a su superior sus ideas sobre la “terapia moral” éste, pese a no aprobarlas, le permite realizar un experimento con una de las pacientes (con el fin de que fracase estrepitosamente): Shepherd escogerá a una interna joven, con un supuesto retraso mental que le impide leer e incluso hablar con corrección.

El joven doctor dedicará todos sus esfuerzos en poner en práctica su metodología, prodigando cariño y atención a su nueva paciente. Así, se dará cuenta que Jane Dove (como la han bautizado en el hospital psiquiátrico) no está tan atrasada como piensa el doctor Marcus, sino que simplemente sufre de amnesia aguda y un shock postraumático que le impide leer.

Sherpherd irá inmiscuyéndose más y más con la enferma y, además, tendrá que lidiar con una serie de problemas personales: nuestro protagonista guarda un terrible secreto cuyas consecuencias podrían llegar a ser fatales.

Ficción con tintes góticos

En “La joven que no podía leer”, John Harding recurre a los tópicos de un género que vuelve a estar de moda: la novela gótica. En este caso, utiliza los elementos clásicos para dar forma a su ficción, a sabiendas que éstos son  un vistoso reclamo para innumerables lectores. El contexto histórico, la mansión gótica reconvertida en un asilo para enfermos mentales, el aislamiento en una isla, los personajes que no son lo que parecen, los secretos ocultos entre los muros del viejo edificio… son los ingredientes perfectos para mantener al lector enganchado al volumen hasta el final.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y el libro, aunque entretenido, nos parece que peca de falta de originalidad. En general la historia funciona así como sus personajes, pero estos últimos se antojan, en nuestra humilde opinión, un tanto acartonados. Asimismo, el giro final (supuestamente sorpresivo), se puede anticipar con bastante facilidad y sin quebraderos de cabeza. Creemos que a Harding le ha faltado un poco de complejidad en la trama, aunque probablemente el libro está concebido como pasatiempo ligero.

Es, sin lugar a dudas, deudor de muchas obras clásicas del género, como la gran novela (cuya lectura no nos cansamos de recomendar) “Jane Eyre”, de Charlotte Brönte. Harding no oculta este homenaje, mencionándolo explícitamente en el texto. Asimismo, por la temática (la psiquiatría y sus métodos no ortodoxos), nos trae reminiscencias de “Alguien voló sobre el nido del cuco” e incluso de “Shutter Island”, film de Martin Scorsese cuya historia se desarrolla en un hospital psiquiátrico instalado en una isla.

Divertimento sin pretensiones

Sin ánimo de exigir demasiado a “La joven que no podía leer”, recomendamos a aquellos que escojan el libro que no esperen una maravillosa novela victoriana. Si lo toman como otra obra de misterio, pero esta vez con ambientación histórica, probablemente disfruten más de los enigmas que el escritor nos propone. Perfecta, a nuestro parecer, para pasar un buen rato entretenido y desconectar del día a día, por su breve extensión y trama interesante. Asimismo, nos gustaría destacar que por estos dos motivos, también puede resultar una lectura apta para el público juvenil.

John Harding es un autor inglés especializado en Literatura Inglesa por la Universidad de Oxford y este título, que llega de la mano del sello Alevosía, es su quinto trabajo. La edición llevada a cabo por la editorial es adecuada, con una preciosa portada de estilo vintage muy sugerente.

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