No duermas más

P. D James fue una de las escritoras más prolíficas del siglo XX. Dotada de un cinismo y talento singulares, pronto se hizo un hueco entre los escritores más notables de su tiempo. Su luz se apagó en 2014, pero gracias a esta recopilación de relatos cortos efectuada por Siruela, podemos volver a disfrutarla. “No duermas más” recoge seis joyas inéditas en castellano de una manufactura exquisita. James en estado puro.

Personajes pintorescos, paisajes idílicos, P.D James transformó su Inglaterra natal en el foco del crimen doméstico, tal y como lo hizo Agatha Christie. Algunos críticos no dudan en decir que James bebía del espíritu literario de su compatriota, siendo considerada algo más que su sucesora. Los relatos que componen “No duermas más” son sólo una pequeña muestra de su vastísima producción de la que, no nos cabe duda, podemos esperar más sorpresas interesantes.

Criminales de andar por casa

[quote]La gente siempre está dispuesta a creer que otros van a actuar como habrían actuado ellos mismos.[/quote]

La editorial Siruela ha realizado un magnífico trabajo en la presente edición. Una portada sugerente abre las puertas al mundo criminal de P. D. James. Los seis relatos ofrecen historias intrigantes, humanas y sorprendentes. Desde asesinatos ocultos durante años (“El yoyó”), pasando por crímenes pasionales en apariencia (“La víctima”) a víctimas que no lo son tanto (“La niña que adoraba los cementerios”).

El estilo de James oscila entre el narrador directo empleado en casi todos los relatos a las dos voces en “El asesinato de Papá Noel”. En este caso, los personajes construyen la trama a través de sus testimonios y el lector ata cabos sólo al final. Sorprendente es, sin duda, la cantidad de giros argumentales de “El cumpleaños del señor Millcroft” o “Una residencia muy deseable”. Seguir las andanzas de sus personajes es una audacia laberíntica muy efectista.

En cada uno de los relatos que componen la antología hay un matiz que lo hace único e irrepetible. Humor negro, crítica social, mordacidad e ironía son las claves maestras que hicieron famosa a P. D. James y en “No duermas más” despliegan todo su potencial. Para quien no conozca aún a esta enorme escritora, Siruela se lo pone fácil. Entremeses para no pegar ojo.

[quote]El joven vendedor tenía razón, no hubo sangre. Solo el grotesco sombrero caído por encima del rostro sin vida. [/quote]

Efectismo

La soltura literaria de P.D James es una garantía de éxito. Su estilo, irrepetible se mire donde se mire, sigue fresco a día de hoy. Jugó con los aspectos más sensitivos del espíritu humano, consiguiendo una empatía única entre el lector y sus personajes. Hace de los asesinos personas mundanas que podríamos encontrar en cualquier barrio residencial. Simpáticos ancianos, niños juguetones que transforma en algo completamente diferente a golpe de tecla.

[quote]No obstante, lo más satisfactorio del plan fue la segunda parte. Quería que Collingford sufriera. Quería que supiera que iba a morir.[/quote] 

Su trayectoria literaria estuvo plagada de aciertos y éxitos. En lo que a relato breve se refiere, “No duermas más” supone un interesante ejercicio de estilo. Mezcla géneros en un espacio contenido sin resultar barroco, consiguiendo fluidez tanto en las tramas como en los personajes. Maneja los tempos a su antojo, la psicología de los personajes y el entorno. La sorpresa está siempre presente, recurre a ella como colofón o giro inesperado. Todo ello hace de sus relatos breves una maravilla que recomendamos encarecidamente.

Legado

Los escritos recogidos en la presente edición nos hacen pensar en la posibilidad de nuevas publicaciones póstumas, o inéditas en nuestro país. Hasta entonces, contamos con la enorme producción de esta gran dama de la novela.

Madre de dos sagas policíacas muy conocidas, la del detective Dalgliesh y la joven Cordelia Gray (ambos con adaptaciones en la pequeña pantalla), cultivó otros géneros, especialmente el ensayo. Entre libro y libro se dedicó a compilar relatos breves que escribía y gozar de la vida. Fue una mujer que, pese a dedicarse a la escritura de forma tardía, dejó un impresionante legado.

Admiró a Jane Austen y amó la escritura desde su más tierna infancia. Todo un ejemplo de que, con esfuerzo y tesón, se consiguen los sueños más locos. Dedicó sus últimos años de vida a escribir, su gran pasión, sin dejar ver nada de su vida privada. Escondía esta última como un secreto callado para que sólo sus novelas tuvieran protagonismo. Una mujer única convertida en referente para generaciones futuras.

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