Reina Lucía

La serie de libros conocida como “Mapp y Lucía” se componen de seis novelas y dos relatos cortos protagonizados por la encantadora Emmeline Lucas. El Mar de Tinta recomienda la primera de estas novelas, llegada a España de la mano de editorial Impedimenta. Divertida y con mucha “clase”, “Reina Lucía” retrata la burguesía rural británica de principios de siglo XX.

Pese a que los libros de “Mapp y Lucía” fueron obras tardías dentro de la trayectoria literaria del británico E.F. Benson (1867-1940), se convertirían en las más famosas. El estilo ágil y cultivado del autor, así como su sutil ironía, ayudaron a que su éxito fuera rotundo. Impedimenta rescata “Reina Lucía”, novela que abre la serie y en la cual aparecen la mayor parte de los personajes principales.

Escenario burgués

El contexto escogido por Benson para su “entremés humorístico” no es sino otro que la pequeña localidad de Riseholme, cercana a Londres. Sus habitantes llevan una plácida existencia dedicada a organizar veladas culturales, espiar los jardines de sus vecinos y, en general, a no perderse ni uno solo de los innumerables chismorreos.

La reina incuestionable de esta comunidad de burgueses rurales no es sino otra que la señora Emmeline Lucas, Lucía para los más allegados. Erigiéndose como adalid de la vida cultural de Riseholme, brilla como una estrella fulgurante y pomposa por encima de todos sus súbditos.

El más entregado de su séquito es Georgie: un peculiar soltero sin profesión alguna salvo la de servir a Lucía en todo lo que ésta pida (además de preocuparse mucho por su escasa cabellera y dedicarse a las labores de costura). Junto a él y su marido “Pepino”, Lucía organiza fiestas, recitales de piano y obras de teatro para el resto de residentes de Riseholme. Así, aferrada al trono, la existencia es magnífica para Lucía, y nada envidia a los “aburridos y sosos” londinenses.

Será la llegada de una verdadera prima donna a la localidad lo que provocará que la posición privilegiada de la protagonista se tambalee. Olga Bracely, archiconocida cantante de ópera, se traslada a Riseholme usurpando, con su talante dicharachero y espontáneo, el liderazgo a la susceptible Lucía.

Una sátira elegante

“Reina Lucía” no es una novela que se trate temas trascendentales, ni tampoco en ella se desarrollan dramas o emociones humanas capaces de sugestionar al lector. Lo que plasma Benson, de forma magistral, son los tejemanejes de una serie de personajes aburguesados con mucho tiempo libre y pocas distracciones.

Pese a que ellos piensan que la vida en Riseholme es intensa y muy excitante, visto desde fuera (lo que sin duda le ocurrirá al lector) los acontecimientos relatados son extremadamente cómicos y absurdos. El personaje de la señora Quantock destaca sobremanera. Señora de mediana edad y bastante ingenua, procura darle a su vida algo más de “ritmo” apuntándose a todo tipo de corrientes filosóficas y movimientos espirituales, tales como el “cristianimo científico”, el “boletín mensual del ácido úrico” o el “gurismo”.  Será su invitación a un sospechoso gurú lo que alertará a Lucía del peligro: si su vecina posee un guía espiritual y ella no, su reinado ya no estará seguro. Una guerra de poderes (encubierta y muy elegante) se iniciará en Riseholme, acrecentada por la aparición de la cantante de ópera Olga Bracely.

La lucha personal de Lucía por ser indispensable, es el eje argumental de la novela. Lejos de ser desagradable, la  irremediablemente snob protagonista se nos antoja deliciosa. Un tanto ladina, manipuladora y tirana, el personaje de Benson es un magnífico reflejo de la condición humana. Egoísta e infantil cuando no consigue lo que quiere, sus intentos para recuperar el trono en la comunidad resultan hilarantes. Con incuestionable gracia, el autor retrata la hipocresía de la presuntuosa sociedad rural de principios de siglo XX: desviviéndose por aparentar lo que no son y parecer cultivados, aunque para ello deban mentir y, frecuentemente, quedar en ridículo.

Cabe señalar que Benson no pretende, en ningún caso, invitar al lector a censurar el comportamiento de los diferentes personajes. “Reina Lucía” es una inteligente comedia de enredos y, si en ella se emite algún juicio de valor, se hace siempre con un tono amable y desenfadado.  El escritor dispone la sátira y la ironía de su prosa al servicio de la carcajada. Los despropósitos de Lucía, igual que las idiosincrasias de cada uno de los habitantes de Riseholme, lucen así divertidos e ingeniosos.

Estilo rápido

Aunque la novela se escribió en 1920, el estilo ligero de E.F. Benson y la excelente traducción de José C. Vales – traductor también de otros títulos de Impedimenta como la saga “Flora Poste”- hacen de esta novela un entretenimiento perfecto. La edición de Impedimenta (de cartón con doble solapa y una atractiva portada con una ilustración de George Barbier) incluye muchas notas de traducción que favorecen la comprensión del texto. Algunos juegos de palabras, imposibles de traducir al español, también se explican en las notas.

La obra está llena de ricos matices e ingeniosos diálogos, así como de exquisitas descripciones muy visuales. El narrador (siempre en tercera persona) va cambiando a lo largo de la lectura, y Benson juega con los diferentes puntos de vista de sus personajes, aportando al leyente datos de sus distintas percepciones e intereses personales.

Los acontecimientos que se desarrollan son, cuando menos, jocosos. Los personajes, en su ingenuidad e hipocresía, resultan entrañables. La soltura de Benson para trasladar al lector a escenarios de lo más variopintos y a la vez cotidianos, provocará que cualquier lector aficionado pueda encontrar en “Reina Lucía” un agradable divertimento.

Prometedor inicio

Es casi un alivio saber, una vez finalizada su lectura, que “Reina Lucía” es la primera de las seis novelas que el autor escribió sobre Emmeline Lucas y su círculo social. Los tres primeros libros fueron adaptados por la radio de la BBC y, de los tres siguientes, se realizó una serie de televisión emitida en el canal británico Channel 4 entre 1985 y 1986.

Pese a que en nuestro país el prolífico Benson es más conocido por sus relatos de terror victoriano (recopilados en antologías), es una suerte que la iniciativa de Impedimenta nos brinde la oportunidad de conocer su otra obra, más «real». Actualmente, la editorial también ha publicado el cuarto de los libros de la serie, titulado “Mapp y Lucía”. Promete este último, igual que la magnífica “Reina Lucía”, mucha diversión repleta de estilo y fina ironía.

Una respuesta a «Reina Lucía»

  1. Excelente reseña de una maravillosa novela. He leído recientemente «Mapp y Lucía», y te aseguro que es aún mejor que esta primera entrega de la serie, hasta el punto que no he tardado en hacerme con la serie televisiva que mencionas, una magnífica adaptación gracias a la cual ahora Lucía, Georgie y el resto de personajes poseen rostro y voz bien definidos en mi mente.

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