Trece Monos

La antología “Trece Monos” recupera el espíritu de uno de los autores más laureados de la fantasía española en la década de los noventa. Fantascy nos trae una selección de relatos escritos en los últimos años por César Mallorquí, que recogen lo mejor del cuento y la cualidad de refugio de los otros mundos. Mundos cálidos y amables según el autor, a los que alude el lema del sello editorial Fantascy.

Pese a que “Trece monos” es una antología que puede servir a modo de presentación de su autor, en realidad César Mallorquí es un viejo conocido en los círculos de la literatura fantástica española. Creador prolífico de relatos durante los años noventa, su carrera viró hacia el terreno de la literatura juvenil, en cuya parcela ha permanecido hasta hace poco con satisfactorios resultados. En este sentido, los relatos que nos ocupan supone más un regreso que una introducción, como se deja claro en el prólogo de Juan Manuel Santiago, de lectura imprescindible para contextualizar y captar el carácter del libro.

Mundos cálidos y amables

Así llama César Mallorquí a la fantasía y a la ciencia ficción, mundos cálidos y amables en los que refugiarse cuando lo necesita. La fantasía es el denominador común de esta antología, que en realidad consta de doce relatos y una novela corta, “Naturaleza humana”. Han sido escritos a lo largo de años y motivados por circunstancias independientes, como se explica en las breves introducciones que el autor hace de cada uno.

El libro también consta de un breve prólogo escrito por Mallorquí en el cual se reivindica el cuento como género propio y formato natural de contar historias, con las ventajas de la inmediatez y la intensidad. La brevedad, sostiene el autor, hace muy difícil que cualquiera —ya sea el escritor o el lector— se canse del relato, permitiendo asimismo que la idea central que se pretende transmitir se haga de forma compacta e impactante.

El propio César Mallorquí admite una mezcla de influencias en estos cuentos que, en sus palabras, manan tanto de la fantasía y ciencia ficción anglosajonas de las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta, así como de grandes maestros del cuento como Borges, Wodehouse o Ballard. Citando también otros nombres más encasillados en el género como Bradbury, Poe, Martin, Asimov, Matheson o Vonnegut.

Ficción navideña

Varios de los relatos recogidos en la antología han sido fruto de la costumbre mantenida por el autor de publicar un relato en su blog, “La fraternidad de Babel”, al llegar la Navidad. Es el caso de “El regalo”, “Ensayo general”, “El jardín prohibido” y “Todos los pequeños pecados”. Estos cuentos pretenden alejarse de los tópicos y arrojar una nota original, y a veces socarrona, sobre estas fechas.

“Cuento de verano” bien podría ser otro de los relatos que integraran la anterior categoría, pero fue escrito como homenaje a Charles Dickens para una antología concebida con motivo del segundo centenario del nacimiento del autor inglés. En él, el señor Scrooge, vendedor de juguetes sexuales en Londres durante la celebración de los Juegos Olímpicos, se ve acosado por un fantasma despistado. Muchos de estos escritos ambientados en torno a las fiestas navideñas se orquestan en un marco de ficción cristiana, en la medida en que se valen de elementos o variantes de los mitos cristianos para tender sus tramas, y a menudo contienen un fuerte componente satírico.

“Fiat tenebrae”, aún sin ser uno de los relatos de Navidad de la antología —pues se escribió expresamente para el libro—, merece especial atención a este respecto. Sin duda uno de los mejores textos que integran el volumen, el cuento se inspira en el legado intelectual de Teilhard de Chardin y abraza la idea de lo que Stanislav Lem llamara en otro contexto escatología cósmica, llevando el calvario de Cristo a escenarios alienígenas.

Otras alusiones

Además de relatos Navideños, la antología contiene textos de índole heterogénea. Por ejemplo, “La isla del cartógrafo” nos brinda una bonita historia de amor y “El jardín prohibido” —aún ambientado en la víspera de Nochebuena— ofrece una inquietante trama ubicada en Umbría, una región de brumas y realismo mágico nacida de la imaginación de Julián Díez, Armando Boix, Elia Barceló y César Mallorquí, para una antología que al final no llegó a materializarse. No obstante, Elia Barceló decidió quedarse un tiempo en Umbría para escribir “El secreto del orfebre” y “El vuelo del hipogrifo”.

Jorge Luis Borges es otro elemento recurrente en esta antología. “Cien monos” (de donde se escinde el título del libro) es un breve cuento que, aunque alude a la idea original de Émile Borel, pretende claramente rendir homenaje a “La biblioteca de Babel”. Otro relato, “El decimoquinto movimiento”, con diferencia uno de los mejores cuentos del libro, parte de una idea esbozada por Borges y en él Mallorquí ha sido capaz de emular toda la fuerza de la fantasía que caracteriza al escritor argentino.

Por último, varios de los relatos se engloban claramente dentro de la ciencia ficción. Es el caso de “Virus”, en el que la personalidad de Antonio Gaudí vuelve al mundo en un entorno virtual, “Océano”, que narra la generación espontánea de un ente a partir del caldo de cultivo de Internet, o “El muro de un trillón de euros”, ahondando en las desigualdades sociales y la finitud de la vida humana.

La novela corta, “Naturaleza humana”, ocupa las últimas páginas del libro y también se cuenta entre los textos de ciencia ficción pura de esta antología. Nos traslada a un futuro en que la humanidad se ve inmersa en una guerra interestelar contra una raza alienígena y plantea impactantes dilemas éticos.

Sobre el autor

Como se ha mencionado al principio, César Mallorquí ha sido un autor muy prolífico en la década de los noventa para el género fantástico español. Fue galardonado con los principales premios de referencia: el premio Aznar (1991), por “El mensaje perdido”, el Alberto Magno (1992), por “La pared de hielo”, el Domingo Santos (1993), por “Materia Oscura”, el UPC (1995), por “El coleccionista de sellos”, el Gigamesh (1996), por “La casa del Dr. Pétalo”,  y el Pablo Rido (1997), por “El decimoquinto movimiento”. Muchos de estos relatos han sido posteriormente publicados juntos bajo el título “El círculo de Jericó”.

Más tarde, el autor se consagró a la novela juvenil, con títulos como “La Catedral” (que recibió el premio Gran Angular en el año 2000), “La puerta de Agartha”, «La cruz de El Dorado” (premio Edebé de Literatura Juvenil en 1999), “Las lágrimas de Shiva” (premio Edebé en 2002) o “La caligrafía secreta” (premio Hache 2010). Fuera de esta línea, ha publicado novelas como la policíaca “El juego de Caín” o “La estrategia del parásito”, que constituye un retorno a los temas de ciencia ficción.

“Trece Monos” supone la vuelta de César Mallorquí al género fantástico. Una antología que recoge relatos escritos a lo largo de los últimos años, que se mueven en un espectro heterogéneo, desde la ciencia ficción y la fantasía más puras hasta la sátira y el entretenimiento jocoso.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *