Cortejo en la catedral

La noticia de que dÉpoca Editorial va a sacar un nuevo libro al mercado siempre se recibe con alegría. Cada nueva adquisición resulta una delicia para los amantes de las novelas decimonónicas. Los títulos de su catálogo, el cual engrosan poco a poco seleccionando obras con esmero y atinado buen gusto, no nos han decepcionado hasta la fecha. Ahora, nos traen un entremés norteamericano que abre una nueva colección de novelas, Delicatessen.

Kitty es una jovencita de 19 años quien, acompañada (u obligada) por su recta y piadosa tía Cintia, realiza un tour turístico por las ciudades catedralicias de Inglaterra. El propósito del viaje es estudiar los sagrados edificios, quedarse con la esencia de cada ciudad y disfrutar tomando notas en el diario que su tía le ha regalado. Sin embargo, un encontronazo con un joven arquitecto hará que el viaje resulte mucho más interesante de lo que la chica había previsto.

Un afortunado tropiezo

A modo de diario, que alterna las voces de Kitty  y Jack Copley, la autora narra la persecución entrañable que se sucede de catedral en catedral. Con fresco buen humor, los pensamientos de Kitty, volcados en el diario que en principio tenía como función recordar hechos e ideas relacionadas con los monumentos, desprenden mucho más interés por el joven de lo que le gustaría admitir. Sin embargo, sus esfuerzos en intentar mantener el espíritu de ferviente admiradora del arte y de todo lo inglés con sus notas a pie de página resultan hilarantes.

La mente de Kitty es despierta, romántica, con un toque naïf y soñador que la lleva a quedarse sólo con los aspectos más pintorescos de su recorrido británico. El gusto por los nombres ingleses del servicio que las atiende o las posadas donde se hospedan, demuestran que Kitty no ha perdido todavía los rasgos inocentes de la niñez, muy alejada en personalidad de su tía, que intenta con escaso éxito cultivar la mente de Kitty en cuestiones trascendentales para el alma y el buen gusto. Sin embargo, la ferviente admiración que expresa la joven por todo lo relacionado con las islas británicas se queda en trivialidades desenfadadas.

Por otro lado, Jack Copley se dedica durante la breve novela a seguir el itinerario de las dos viajeras. Fuerza, cada vez que asoma la oportunidad, encontronazos casuales con Kitty. Sin cejar en el empeño, prendado de su belleza y, más tarde de su personalidad, Copley dejará sutiles pistas para despertar el interés de la chica hasta conseguir ser presentado y entablar un breve e intenso cortejo, siempre disimulado por sus visitas arquitectónicas.

Ritmo ligero, guiños literarios

El argumento de “Cortejo en la catedral” es sencillo e incluso algunos lectores críticos podrán tildarlo de manido e intrascendente. Sin embargo, la pequeña historia compuesta por Douglas Wiggin es redonda en su sencillez, consiguiendo su objetivo con creces: entretener y  divertir al lector con un bonito romance.

Sin embargo, la autora norteamericana no sacrifica su bagaje literario en pos de esta aparente sencillez: sus personajes son individuos cultivados, elegantes y lectores avezados. Las impresiones de Kitty están llenas de citas de autores, y son las páginas de “Persuasión” la mejor guía para recorrer Bath durante su estancia en la ciudad. Es encantador que Kitty intente memorizar frases de autores célebres para soltarlas como quien no quiere la cosa durante las conversaciones tras los maitines. En cuanto a Copley, sus efusivos sentimientos también se ven salpimentados, aquí y allá, con citas shakesperianas.

Así, entre encuentro y encuentro, seguiremos a nuestros dos protagonistas hasta el final de las páginas de esta breve novela. De lectura muy rápida, encantará a los amantes del género costumbrista, y entusiasmará a los aficionados a las historias de época.

 Edición de lujo

La tarea que dÉpoca Editorial está haciendo para traer a España títulos inéditos de la literatura decimonónica es sublime. Además de las excelentes traducciones (repletas de notas al pie de página del traductor que ayudan a comprender mejor la lectura y las referencias utilizadas por los creadores), descubrimos el trabajo de autores desconocidos dentro de nuestras fronteras a tener en cuenta. En este caso, Kate Douglas Wiggin fue una aclamada escritora nacida en Philadelphia, autora de novelas de corte juvenil  y adulto que tuvieron un éxito considerable en su país, siendo “Rebecca of sunnybroke farm” una de las más conocidas. Asimismo, destaca su labor como educadora infantil: abriría la primera guardería pública en el año 1878 en la ciudad de San Francisco.

Nos ha recordado, en estilo (aunque este título es una novela adulta) y en calidad a la obra de otras escritoras coetáneas: Lucy Maud Montgomery y Eleanor H. Porter.

El trabajo de encuadernación y edición del sello asturiano para el presente volumen es notable. Una vez más, encontramos un volumen de tapa dura, marcapáginas de tela e ilustraciones en blanco y negro originales, a cargo de Charles E. Brock.

El regalo perfecto

En definitiva, “Cortejo en la catedral” es una novela breve inteligente, tierna y divertida. El lector la leerá en un suspiro y, probablemente, se quede con ganas de más. Como título que abre la nueva colección “Delicatessen” no podía dejar el listón más alto. Confiamos en que dÉpoca Editorial nos traerá algún otro título de esta interesante autora y engrosará su “Delicatessen” con nuevas joyas de igual calidad.

Sin duda, este título es ideal para (auto)regalar este verano, poniendo el broche elegante a las lecturas de época con las que deleitarse en vacaciones.

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