El rincón de Bea
La repostería puede incluirse tanto en el campo de las ciencias exactas y experimentales como en el de las artes plásticas, y en ninguna de esas acotaciones erraremos: exacta, porque requiere unas medidas de las que no nos podemos salir so riesgo de catástrofe culinaria. Experimental, porque el conocimiento de los ingredientes y de nuestros juguetes de cocina nos guiarán mejor hacia el éxito. Artes plásticas, porque el acabado requiere la mejor presentación posible para entrar por la vista antes que por el gusto. Bea Roque, con su libro de repostería americana, tiene la llave maestra para las tres disciplinas.
Cuando su pareja le creó el blog, nadie podía imaginar -empezando por ella misma- lo que podía traer: hoy, con dos libros de cocina en el mercado, Bea Roque nos endulza la vida y nos enseña cómo hacerlo. Con fundamento, que diría el otro.
No todo son recetas en este paraíso del goloso
Aunque somos dulceros, aunque es imposible no padecer síndrome de Stendhal con tanta golosina rica junta, tenemos que confesar que el principal valor de este libro no son las recetas, o no sólo las recetas. Todo el caudal epistemológico desplegado por Bea Roque, todas las instrucciones, los trucos y los aspectos que hay que tener en cuenta son tan importantes -si no más, porque se pueden extrapolar a otras recetas dulces- como cada una de los preparaciones.
Aquí entra lo que mencionábamos de ciencia experimental: todo lo que ella ha probado y aprendido sobre los chocolates, sobre las cremas, sobre las herramientas lo cuenta. Es más que recomendable leer las explicaciones generales antes de atreverse con los pasteles, porque da apuntes que nos pueden ayudar a triunfar. O a no fracasar, según el talento repostero de cada cual.
Las capas de este pastel
Tras las primeras veinte páginas, donde explica todas sus consideraciones sobre ingredientes, equipamiento y otros aspectos afines, comienza el festival dulce: comenzamos con los distintos apartados: bundt cakes, layer cakes, foam cakes, muffins y cupcakes (y sus diferencias, que las hay), cheesecakes, cookies, los pasteles favoritos de la autora y las galletas decoradas. Todos (salvo los favoritos de la autora) tienen una explicación previa a cada receta; después, se encuentran apéndices de ayuda a los incipientes reposteros: qué ha podido fallar, conversión de medidas, glosario y traducción de términos del inglés al español y, finalmente, agradecimientos y bibliografía.
Si quisiéramos y nos atreviéramos con una de estas tartas, Bea Roque sigue la máxima romana de «divide y vencerás», de manera que en muchos casos te presenta cómo hacer la base de bizcocho (con la correspondiente foto a página completa, todo un festival para los sentidos) y luego cómo hacer el frosting o la cobertura. Realmente quiere que triunfemos, y por ella no va a quedar…
El Mar de Tinta cocina
Conscientes de nuestras limitaciones reposteras, nos lanzamos por unas cookies de Nutella (o de Nocilla, según gustos), que creemos que son la receta más fácil de todo el libro, y con ellas se triunfa igual. Lo prometemos.
Empezamos encendiendo el horno y poniendo papel de horno en una plancha de hornear galletas, y entonces empezamos a mezclar los ingredientes. Que una de las virtudes de las cookies es que no tiene que quedar una masa finísima, con grumos están deliciosas.
Aplastamos las galletas que vamos a hornear. Nos explican las consecuencias de aplastar más o menos, por lo que obramos en consecuencia.
Horneamos el tiempo que indica la autora y dejamos enfriar en una rejilla. Si llegan a enfriarse, porque son un vicio y caen solas.
